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Científicos que lograron lo imposible

En sus respectivas disciplinas, los ganadores de los premios Nobel de Física, Medicina y Química consiguieron avances que muchos daban ya por perdidos: el nanoscopio, los diodos LED de luz azul, y el "GPS" del cerebro.

La ciencia está de plácemes. Esta semana, la Real Academia Sueca de las Ciencias dio a conocer a los ganadores de los Premios Nobel de Física, Química y Medicina.

En este último caso, los galardonados fueron el británico-estadounidense John O'Keefe, y los noruegos May-Britt Moser y Eduard Moser, cuyas investigaciones han permitido conocer mejor el funcionamiento de ciertas áreas del cerebro.

Se trata en principio de las estructuras mediante las cuales el ser humano adquiere la percepción del posicionamiento y el espacio. Se trata, dicen muchos, del “GPS” de nuestro cerebro. Pero las investigaciones merecedoras del Premio Nobel de Medicina han abierto muchas puertas más.

“Estas células son las mismas que resultan afectadas en las primeras fases del Mal de Alzheimer. Así que, al entender cómo funciona el cerebro en esta etapa de la enfermedad, podemos ayudar a los pacientes”, explica uno de los galardonados, Eduard Moser.

Ole Kiehn, de la Academia Sueca de las Ciencias, agrega: “John O'Keefe descubrió los primeros componentes de nuestro sistema de posicionamiento. Las investigaciones de May-Britt Moser y Eduard Moser demuestran cómo el cerebro crea una representación mental de un sistema de coordenadas que nos permite trasladarnos en el mundo exterior.”

Diodos fluorescentes

El Premio Nobel de Física fue para los científicos japoneses Isamu Akasaki e Hiroshi Amano, de la Universidad de Nagoya, así como para Shuji Nakamura, de la Universidad de California en Santa Bárbara. Todos ellos desarrollaron los diodos luminiscentes tipo LED de color azul. Esto abrió las puertas para que se desarrollaran los diodos de luz blanca. Per Delsing, del Comité que otorga los Premios Nobel, consideró ante reporteros que “la tecnología LED está reemplazando a las antiguas. De hecho, muchos de ustedes cargan ya esta tecnología en sus bolsillos.”

Los diodos LED rojos y verdes son conocidos desde los años sesenta. Pero para desarrollar diodos capaces de irradiar luz blanca hacían falta diodos luminiscentes azules. Durante un tiempo, se pensó que su desarrollo sería imposible. Con los nuevos diodos azules, será posible generar luz con un gran ahorro de energía. Para continentes como el africano, la nueva tecnología traerá consigo cambios sustanciales.

Un alemán sorprendido

Más impredecible fue la designación del premio Nobel de Química, por lo menos para uno de los galardonados, el alemán Stefan Hell. “Me tomó totalmente por sorpresa. No lo podía creer. Pero por fortuna reconocí la voz del Profesor Normark y entonces comprendí que era real.”

Staffan Normark es el secretario permanente de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. Además de Hell, el Premio Nobel de Química 2014 recae en los científicos estadounidenses Eric Betzig y William Moerser. Normark explicó a qué se debe el reconocimiento a los tres premiados: “El Premio de este año reconoce cómo el microscopio óptico se transformó en un nanoscopio por el desarrollo de la microscopía fluorescente de súper resolución”, dijo.

Los descubrimientos de los tres científicos ganadores del Premio Nobel de Química 2014 permitieron saltar otro obstáculo que para la ciencia parecía imposible. Durante mucho tiempo se creyó que en la microscopía jamás se obtendría una resolución mejor que la mitad de la longitud de onda de la luz.

Betzig y Moerner desarrollaron un método para hacer posible la nanoscopía, mientras que Bell trabajó por separado, y exitosamente, en otro procedimiento a base de sobreposicionamiento de imágenes, llamado “microscopía de moléculas individuales”.

Hoy, la nanoscopía es utilizada ya de manera cotidiana en muchos laboratorios científicos, y al igual que la comprensión del cerebro humano y los diodos fluorescentes azules, torna en realidad, a través de la ciencia, los que alguna vez parecieron sueños inalcanzables.