33 años de la Guerra de las Malvinas (16.04.2015)
En la también conocida como Guerra del Atlántico Sur, Argentina y Reino Unido se disputaron la soberanía de las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur. El conflicto propició el fin de la Junta Militar.
Agotamiento del Proceso de Reorganización Nacional
A principios de los años ochenta, el modelo de Gobierno de la Junta Militar empezó a dar claras muestras de agotamiento. La profunda recesión que sufría la economía, sumada a un 90% de inflación anual y el empobrecimiento de las clases medias hizo a la Junta plantearse la recuperación de las Malvinas para desviar la atención y recuperar la confianza de algunos sectores de la población.
Problemas para el Partido Conservador
1982 no fue un año tranquilo en el Reino Unido. Al descenso de la popularidad del gobierno de Margaret Thatcher (foto) se sumaron una difícil situación económica y huelgas. El 19 de marzo de 1982, la tensión entre los dos países aumentó cuando coincidentemente con el arribo de personal argentino de una empresa de chatarra fue izada una bandera de Argentina en la isla San Pedro (Georgia del Sur).
Argentina invade la isla Gran Malvina
En marzo de 1982, la recién renovada Junta Militar argentina, formada por el general Leopoldo Galtieri, el brigadier Basilio Lami Dozo y el almirante Jorge Anaya, decidió recuperar las Malvinas a través de una acción militar para poner fin al conflicto existente por su soberanía. Con el fin de sorprender a los británicos, el ejército argentino desembarcó en la isla Gran Malvina el 2 de abril.
Razones de la invasión
Argentina utilizó varios argumentos para justificar la invasión. Por un lado, se escudó en la doctrina de la "guerra justa", que reconocía la legitimidad de las guerras de liberación. Asimismo, interpretó el desarme británico de las Malvinas (por recortes presupuestarios) y la negación de la ciudadanía completa a nativos malvinenses como muestra de desinterés por el archipiélago y sus habitantes.
La Operación Rosario
El plan para recuperar militarmente los tres archipiélagos fue diseñado por Jorge Isaac Anaya entre finales de 1981 y principios de 1982. El almirante argentino convenció a la Junta de la poca probabilidad de un contraataque británico a gran escala. Anaya confiaba en que los pocos efectivos enemigos no ofrecerían apenas resistencia.
Ataque desproporcionado
Para neutralizar al buque civil costero, a los 57 infantes de marina de tierra, a los 11 miembros de la Marina Real Británica y a los 40 de la Fuerza de Defensa, el ejército argentino envió dos destructores, dos corbetas, un submarino, un rompehielos, un buque de transporte y otro de desembarco de tanques, 84 comandos anfibios y buzos tácticos, y dos batallones de infantería de marina blindada.
Medidas de carácter simbólico
Una vez tomado el archipiélago, Argentina impuso, entre otras medidas, algunas de carácter administrativo: cambio de topónimos por sus versiones argentinas, instauración del español como idioma oficial o la obligación de conducir por la derecha. En la imagen, el general Leopoldo Galtieri visita al gobernador de las Malvinas, Mario Menéndez, el 22 de abril de 1982 en Port Stanley.
Resolución de la ONU
Ante el devenir de los acontecimientos, el 3 de abril de 1982 el gobierno de Margaret Thatcher consiguió que la ONU aprobara la resolución 502, por la que exigía a Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados. Asimismo, cortó de inmediato las relaciones comerciales con Argentina y consiguió varios aliados diplomáticos, algo que no le resultó tan fácil a la Junta Militar.
Operación Corporate
Para recuperar la soberanía de las Malvinas, Gran Bretaña movilizó a 30.000 soldados procedentes de sus bases en el Reino Unido, la isla Ascensión y el Atlántico Sur. El poder militar británico quedó patente en pocas semanas. La rendición argentina solo era cuestión de tiempo. En la imagen, el príncipe Andrés, duque de York, sonríe frente a un helicóptero de la Royal Navy en Port Stanley.
Control de la información
A pesar de que al principio el gobierno argentino fomentó la actividad de los principales periódicos con el fin de construir una opinión pública favorable, una vez se agravó el conflicto, dispuso el control de la información de guerra. Algo que también hizo el gobierno británico. En la imagen, el crucero argentino General Belgrano arde tras haber sido atacado por un submarino británico.
La guerra de los 75 días
El hundimiento del General Belgrano (murieron 323 tripulantes) provocó que el presidente de Perú y aliado de Argentina, Fernando Belaúnde, solicitara una mediación a Thatcher. La líder británica se negó a detener la guerra mientras el ejército argentino continuase en las islas. En la foto: soldados argentinos capturados por paracaidistas británicos esperan a ser trasladados en Goose Green.
Prisioneros de guerra
En las batallas de Dos Hermanas, Longdon y Harriet, el ejército británico capturó a cerca de 400 prisioneros. La batalla por Puerto Argentino (Port Stanley) dejó un saldo de más de 200 soldados muertos de ambos bandos. Tras siete días de intensos combates, entre el 8 y el 14 de junio, Argentina firmó la rendición de sus tropas. En la imagen, prisioneros argentinos esperan a ser deportados.
Capitulación argentina
La Guerra de las Malvinas provocó numerosas bajas en ambos bandos: en el caso argentino, 649 miembros de las fuerzas armadas y 3 civiles, en el de los británicos, 255 soldados. Además, numerosos buques, aviones y submarinos fueron destruidos durante el conflicto. En la imagen del 21 de mayo de 1982, cascos de soldados argentinos yacen en la playa de Goose Green.
Consecuencias de la guerra
La derrota en las Malvinas propició la vuelta a la democracia de Argentina en 1983. Este cambio político provocó, además, el cese de las hostilidades con Chile, que se tradujo en la firma del Tratado de Paz de 1984 que puso fin al conflicto del Beagle.
Reelección de la Dama de Hierro
La victoria en las Malvinas provocó un aumento de la popularidad de Margaret Thatcher y fue reelegida. De la misma forma, los habitantes de las islas se beneficiaron de la reconquista británica y recibieron nuevamente la ciudadanía británica. La economía del archipiélago se liberalizó en 1983. En la imagen, habitantes de las Malvinas marchan para reivindicar su condición de ciudadanos británicos.
Referéndum en las Malvinas
Habitantes de las islas celebran los resultados obtenidos en el referéndum realizado el 11 de marzo de 2013, y en el que prácticamente la mayoría votó permanecer bajo mandato británico. Actualmente, los habitantes son ciudadanos del territorio británico de ultramar de las Islas Malvinas, un territorio dependiente y no autónomo de la Corona Británica.
El turismo argentino
Los pingüinos de Magallanes (spheniscus magellanicus) son una de las especies de aves más características de las islas Malvinas. A pesar de que, tras el conflicto, Gran Bretaña prohibió el ingreso de cualquier civil con pasaporte argentino a las Malvinas, actualmente los argentinos pueden viajar con pasaporte de turistas.
Conmemoración del 33 aniversario
El 2 de abril de 2015, soldados del ejército argentino rindieron tributo en Rosario a los caídos en servicio durante la guerra en 1982.
Maniobras británicas
El pasado 13 de abril, el diario británico Sunday Express informó de que hace cerca de cuatro meses, el Servicio Especial de Embarcaciones británico habría realizado un simulacro de desembarco desde el mar para recuperar puestos esenciales ante un posible ataque exterior. En la imagen, un campo de minas en Stanley (Islas Malvinas).