Un infiltrado entre los "Ciudadanos del Reich"
24 de julio de 2018Con 18.000 miembros, entre ellos unos 900 extremistas de derecha, el movimiento de los llamados Ciudadanos del Reich volvió a crecer en comparación con el año pasado. La escena está fragmentada y los límites entre los pequeños grupos y las ideologías son difusos. Lo que los une es la idea de que la actual Alemania no es un Estado legítimo; en muchos casos, los miembros cuestionan la autoridad de la Policía y la Justicia. Algunos incluso creen que el imperio alemán todavía existe con sus límites de 1937. En abril de este año, la Fiscalía germana llevó a cabo redadas en varios estados federados. La sospecha: algunos miembros habrían fundado una organización terrorista de derecha. Desde el asesinato de un policía a manos de un Ciudadano del Reich, en octubre de 2016, la escena está bajo observación.
DW: Sr. Ginsburg, durante varios meses investigó en toda Alemania el fenómeno de los Ciudadanos del Reich bajo una falsa identidad. ¿A qué se debe, en su opinión, el creciente número de adeptos a este movimiento?
Tobias Ginsburg: Se trata de un cálculo muy conservador. La escena de los Ciudadanos del Reich es muy heterogénea. Hay personas, los llamados autoadministradores, que creen que no necesitan el Estado alemán., o están los viejos Ciudadanos del Reich, que creen que aún existe el Tercer Reich. También están los neonazis, que luchan contra el Estado o quieren fundar uno nuevo, así como ideólogos de teorías de la conspiración muy discretos. Solo se puede registrar a aquellas personas que hacen pública su simpatía con esta ideología.
¿Es decir que usted cree que en realidad el número de miembros es mucho mayor?
Me temo que sí. Apenas estamos empezando a entender qué tan extendida está esta ideología y qué daños ha causado ya. La mayoría de las personas que conocí -sobre todo aquellas que tenían mucho que perder o las que son suficientemente inteligentes- son muy cuidadosas en dar a conocer su ideología. Sin embargo, las cifras oficiales son un buen indicador para comprender que el número de seguidores de este movimiento es alto y crítico. La escena es cada vez más visible y, con ello, también más atractiva. En sí, esta teoría de la conspiración es sumamente atractiva.
¿En qué sentido?
Cuando uno empieza a creer que el pueblo alemán es víctima de un enorme complot, de una conspiración mundial, todo lo que sale mal en la vida y en este país deja de serlo por culpa propia. Los miembros creen que sin este complot Alemania sería un país perfecto, inmaculado, que no tiene la culpa de nada.
¿Cómo llega la gente a esta escena?
Eso varía muchísimo. La ideología funciona muy bien dentro de los nuevos movimientos de derecha, con los populistas de derecha y la Alternativa para Alemania y, así, se vuelve cada vez más presentable en la sociedad.
¿Existe el peligro de que personas inofensivas se radicalicen dentro de este movimiento?
Sí, es un gran peligro. Si bien la escena es heterogénea, todos los simpatizantes creen en una conspiración contra Alemania. Imagínese a una persona que acaba de sufrir un fuerte golpe del destino y por eso se une al movimiento o una persona que se interesa en la esotérica y las "verdades alternativas”. Cuando realmente empiezan a creer en las teorías de conspiración -por ejemplo que se está tratando de subyugar o erradicar al pueblo alemán a través de una inmigración orquestada- también están convencidas de que deben actuar y defenderse.
Según el más reciente informe del servicio de inteligencia policial alemán, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, hay una gran disposición entre los Ciudadanos del Reich y los autoadministradores a cometer crímenes violentos y emplear armas. ¿Cuál fue su experiencia al respecto?
El peligro más inminente son los "agresores inestables" que, en su paranoia, creen actuar en defensa propia, también con armas. Asimismo hay personas que se arman. Más allá del asesinato de un policía en 2016 también hay muchos otros tipos de crímenes. Sin embargo, estos en parte no son catalogados como crímenes de motivación política. Por ejemplo, cuando un Ciudadano del Reich asesina a su esposa de la manera más brutal porque cree que es agente del servicio secreto alemán, o cuando un Ciudadano del Reich apuñala a la pareja lesbiana de al lado, estos crímenes muchas veces son catalogados como producto de una enfermedad mental o como violencia doméstica.
La segunda edición del libro "El viaje al Reich" (Die Reise ins Reich), de Tobias Ginsburg, salió a la venta en julio en Alemania.
Helena Kaschel (VT/CP)
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