Basura electrónica, peligro para la vida de niños en India
9 de febrero de 2023Seelampur, en las afueras de Nueva Delhi, alberga el mercado de desmantelamiento de desechos electrónicos más grande de la India, donde casi 50.000 personas se ganan la vida extrayendo metales. Muchos de ellos son niños que trabajan desmontando, extrayendo y reciclando residuos electrónicos.
Arbaz Ahmad, de 13 años, y su amigo Salman revisan la basura electrónica con una gran bolsa de plástico. Rompen las placas de circuitos u otras partes de los aparatos con sus propias manos. Queman el material al borde de la carretera para extraer metales, sin usar ningún equipo de protección. El dúo vende los valiosos metales que consiguen extraer por unos 5 euros (5,4 dólares).
"Hay días en que trabajamos más de 10 horas y ganamos más dinero. Mis ganancias dependen de lo rápido que llegue al vertedero y de lo que encuentre", dice Ahmad.
Hace cinco años, Ahmad y su familia llegaron a la capital india desde el estado de Uttar Pradesh, en busca de una mejor vida. Para mantener a una familia de seis miembros, el padre de Ahmad, que también trabaja como obrero en el mercado de residuos electrónicos, decidió introducir a su hijo en este trabajo. Es uno de los miles de niños que queman metales tóxicos —como mercurio, plomo y arsénico— en la calle.
El problema de los residuos electrónicos en la India
Según el Global E-Waste Monitor de 2020, el mundo arrojó 53,6 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos en 2019. India produjo 3,2 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos, gran parte de los cuales se vierten para su desmantelamiento y reciclaje en Seelampur, sin ninguna regulación.
Todos los días, camiones cargados de ordenadores, pantallas, teléfonos móviles y aparatos de aire acondicionado inservibles llegan a primera hora de la mañana.
Los recolectores limpian la chatarra y separan las placas de circuitos, las baterías y los condensadores. Parte de la chatarra se sumerge en soluciones químicas o se quema para recuperar pequeñas cantidades de oro, cobre y otros metales. Un baño ácido que expone a los trabajadores a toxinas.
ONG alerta sobre condiciones peligrosas para menores
India ha intentado hacer frente a esta industria no regulada, para lo cual introdujo una serie de leyes en 2011 y 2016, que obligan a autorizar y registrar todas las instalaciones de reciclaje de residuos electrónicos, junto con directivas para que los trabajadores utilicen equipos de protección mientras desmantelan los residuos.
Sin embargo, activistas afirman que estas leyes no se aplican con firmeza y que la mayor parte del mercado de residuos electrónicos en el país sigue sin estar regulado. La ONG ecologista Toxics Link lleva años intentando presionar al Gobierno para que introduzca leyes más estrictas y supervise su cumplimiento efectivo sobre el terreno.
"El Gobierno debe garantizar la aplicación efectiva de las leyes vigentes sobre protección infantil y gestión de residuos. Esto solo puede lograrse si diferentes organismos, como los grupos de defensa de los derechos del niño, colaboran estrechamente con otros departamentos, como la administración de los distritos", dice a DW Satish Sinha, director asociado de Toxics Link.
Parvez Mian, médico en Seelampur, trata a diario a muchos niños que padecen graves enfermedades cutáneas e infecciones pulmonares crónicas, debido a la exposición continua a las toxinas cargadas de productos químicos que se encuentran en los metales: "Cada año la situación sanitaria no hace más que empeorar. Hay una clara falta de concientización entre las personas que trabajan con sustancias químicas peligrosas, que es la razón del creciente número de niños que enferman crónicamente".
(ct/rml)