Burocracia antiterrorista frena comercio alemán
28 de julio de 2005El comercio exterior mundial tiene ahora nuevos costos adicionales por año, más de 100 miles de millones para financiar la defensa del comercio mundial frente al terrorismo tras los atentados en Estados Unidos y Europa, según cálculos de Cámara alemana de Comercio Mayorista y Exterior (BGA, por sus siglas en alemán).
El flujo de mercancías debe tener asegurado su paso por aeropuertos, puertos marítimos, autopistas, pero esto tiene su costo en logística, telecomunicaciones, pólizas de seguro y viajes para proteger el comercio exterior frente al terrorismo. Sin embargo, la BGA se queja de la burocracia federal y demandó la aplicación de medidas internacionales que no frenen los intereses comerciales.
Seguridad por las nubes
Según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), poco después del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, estos montos de seguridad adicionales representaban a nivel internacional un 3%, es decir, 14 mil millones de euros.
Las exportaciones alemanas deben asumir alrededor de un 10 por ciento de estos nuevos costos, lo que en cifras significa 10 mil millones de euros anuales, puntualizó el presidente de la BGA, Antón Börner en una conferencia de prensa en Berlín.
Las tarifas por concepto de seguridad en los aeropuertos alemanes se han duplicado entre los años 2000 a 2004 a 310 millones de euros anuales y los importadores deben contar con otros 50 millones de euros por control de contenedores, depósitos portuarios y barcos, según las nuevas disposiciones internacionales ISPS.
Al presupuesto se agrega, según Börner, nuevos reglamentos alemanes por los que quien haga negocios con terroristas deberá enfrentar penas de cárcel hasta por cinco años. Börner calificó esta medida de "totalmente exagerada".
Cadena de efectos
Las medidas antiterroristas no sólo frenan el comercio exterior de las naciones ricas, también afectan grandemente a las naciones pobres que "necesitan urgentemente inversiones", declaró por su parte el consejero comercial internacional Hermann Simon.
Los atentados terroristas han desatado crisis políticas y económicas y el tema de seguridad ocupa prioridad en las agendas. Estas medidas han restringido las libertades individuales, han ampliado sus atribuciones a los servicios secretos y endurece disposiciones en el área de extranjería.
Además significan el aumento de impuestos sobre el consumo de algunos productos para financiar las mismas medidas antiterroristas y han endurecido el control en las fronteras.