Bélgica: viejos reactores nucleares provocan apagones
11 de octubre de 2018El reactor nuclear Doel 3, cerca del puerto belga de Amberes, fue construido a principios de la década de 1980 con una vida útil de cuatro décadas. La semana que viene, ese reactor chirriante será el único que siga funcionando en Bélgica, un duro golpe para la seguridad energética de un país que obtiene más de la mitad de su electricidad de la energía nuclear.
La operadora de la red eléctrica de Bélgica, Elia, dijo la semana pasada en un comunicado que se necesitarán entre 700 y 900 megavatios (MW) de capacidad eléctrica adicional este invierno - en comparación con una estimación anterior de unos 1.600 MW - si el país quiere satisfacer sus necesidades de electricidad y evitar los apagones.
Cinco de los siete reactores nucleares de Bélgica han sido desconectados para su reparación en los últimos meses, y el viernes se espera otro, tras el descubrimiento de concreto en mala calidad, tuberías con fugas y soportes de acero mal construidos.
"Es el envejecimiento de la infraestructura", dijo Frank Hardeman, director general de la agencia federal de control nuclear. "Pero no creo que esto pudiera haberse previsto", añadió.
Bélgica tiene previsto eliminar por completo la generación de energía nuclear para 2025, a medida que los reactores actuales lleguen al final de su vida útil. Pero, al momento de las reparaciones para el invierno que se viene, ha dejado un déficit en el suministro de electricidad que podría ser incapaz de satisfacer la demanda.
Combinación de energía
Muchos países europeos tienen reactores viejos. Sin embargo, la infraestructura de Bélgica es especialmente antigua. Parte de sus problemas se deben a la gran dependencia de las fuentes de energía renovables y de la energía nuclear.
A diferencia del reactor nuclear Doel 3, las turbinas eólicas y los paneles solares no proporcionan un flujo constante de electricidad porque dependen del clima. Por lo tanto, estas energías renovables sólo pueden sustituir a la demanda en determinados momentos del día, lo que significa que la pérdida de gran parte de la flota nuclear de Bélgica para este invierno ha dejado al descubierto la situación del mercado energético del país.
"Si hace mucho frío, se produce una oleada enorme en el acto", dice Christian Egenhofer, investigador principal del Centro de Estudios Europeos de Bruselas. "Si todo se junta y hay un día frío, pero sin viento, entonces el sistema belga no puede depender de las energías renovables para satisfacer la demanda", apuntó.
No es la primera vez que los trabajos de mantenimiento de los reactores limitan la capacidad de producción de electricidad de Bélgica. Los apagones se han pronosticado repetidamente en los últimos años, pero la menor demanda de energía ha evitado hasta ahora los apagones.
"El invierno [en 2015] no fue muy frío", dijo Egenhofer. "Pero si hay seis semanas de frío persistente, la situación se vuelve dramática rápidamente. El problema es que no se puede prever lo frío que será un invierno", señaló.
Conexiones continentales
El déficit de energía en Bélgica ha hecho que sus políticos se apresuren en buscar ayuda de los países vecinos. El Primer Ministro Charles Michel dijo el lunes (8.10.2018) en un discurso que la canciller alemana Angela Merkel le había asegurado que cooperaría en la exportación de energía a Bélgica. Por otra parte, Francia y los Países Bajos también han aceptado ayudar.
"La ministra [de Energía] se enfrentó a una situación imprevisible", dijo un portavoz de la ministra belga de Energía, Marie Christine Marghem. "Ahora está buscando todos los gigavatios que pueda encontrar", aseguró la fuente.
La falta de infraestructura para conectar la red eléctrica de Bélgica con sus vecinos ha hecho que la lucha de Marghem sea más difícil. Bélgica tiene "interconexiones" -líneas de transmisión de electricidad- que la conectan directamente con Francia y los Países Bajos, pero no con Alemania u otros países de la Unión Europea. Esto reduce la cantidad de electricidad que Bélgica puede importar rápida y fácilmente del extranjero.
Además, hasta una cuarta parte de su capacidad existente es tomada de la electricidad doméstica alemana, que pasa al sistema belga a través de los Países Bajos.
Una gran parte de la energía alemana se genera en parques eólicos y centrales de carbón en el norte del país y se envía al sur, según Carole Mathieu, analista de energía del Instituto Francés de Relaciones Internacionales. Pero la deficiente infraestructura doméstica de Alemania hace que la electricidad a menudo se transmita a través de los países vecinos como Polonia y Francia.
"Es un problema importante y es muy costoso para otros países", dice Mathieu. "Pero cooperar con Alemania tiene sentido porque ellos pueden tomar medidas inmediatas", resaltó.
Autor: Ajit Niranjan (CT/CP)
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