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Calderón y Merkel instan a actuar de cara a cumbre de Cancún

2 de mayo de 2010

El presidente de México, Felipe Calderón, y la canciller alemana, Angela Merkel, inauguraron en Bonn una conferencia ministerial sobre cambio climático, preparatoria para la cumbre a finales de año en Cancún.

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Felipe Calderón, presidente de México, y la canciller de Alemania, Angela Merkel.Imagen: AP

"Es tiempo de actuar. Con cada año que pasa crecen las consecuencias del calentamiento global y los costos", apremió Calderón, anfitrión de la próxima Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16), del 29 de noviembre al 10 de diciembre.

"Necesitamos una nueva revolución y un nuevo concepto de desarrollo en el que el crecimiento se sustente en otras fuentes de energía", urgió el mandatario mexicano, quien se mostró confiado de que "en Cancún se obtengan resultados concretos".

"Este año tiene que haber decisiones", demandó Calderón, cuyo país también se comprometerá a reducir sus emisiones de gases contaminantes en caso de contar con el apoyo financiero necesario.

Tres días para nuevo impulso

Merkel Calderon Bonn
Imagen: AP

"Creo que no hay alternativa al proceso de la ONU", afirmó, por su parte, la canciller Merkel, quien aclaró que no sólo los países industrializados deberán efectuar su contribución. "Necesitamos más participantes", sostuvo la mandataria germana.

Ministros del Medio Ambiente y representantes de 45 países así como de organizaciones internacionales analizarán durante tres días vías para desatascar las negociaciones tras el fracaso de la Cumbre del Clima de Copenhague, en diciembre pasado.

En el encuentro de carácter informal convocado bajo el título "Construyendo sobre Copenhague para el Éxito de México" se buscará reactivar la confianza entre países industrializados, emergentes y en desarrollo mediante iniciativas concretas y aunar posiciones para continuar negociando, dijo el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.

La conferencia no fue convocada por la Organización de Naciones Unidas, sino que se produce por invitación de Alemania y México.

Barroso se muestra escéptico

No se esperan resoluciones formales, pero se aspira a que los resultados sirvan de base para las negociaciones de Cancún. Debido a la prominente presencia de los ministros del ramo, la cita es considerada una etapa importante hacia la COP-16.

"La cita podría señalar una orientación política" de modo de permitir "un verdadero avance" en la próxima cumbre en México, estimó en declaraciones al diario "Hamburger Abendblatt" el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

El político europeo, sin embargo, no cree que en Cancún se pueda progresar hasta la firma de un convenio vinculante.

Antes de la cita de Cancún serán celebradas otras tres conferencias preparatorias de la ONU.

También estarán presentes en Bonn los jefes negociadores de Estados Unidos y China, cuya confrontación marcó la última cumbre en Copenhague.

Un camino con obstáculos

El Protocolo de Kioto para la reducción de las emisiones de gases contaminantes expira en 2012 y, hasta ahora, la comunidad internacional ha fracasado en el intento de consensuar un acuerdo que lo suceda.

En Copenhague, los países participantes llegaron a un acuerdo de mínimos en el que se limitaron a reconocer el objetivo científico de evitar que la temperatura global aumente más de dos grados, pero no establecieron metas concretas vinculantes para la reducción de sus emisiones.

Merkel Calderon Bonn
Imagen: AP

Asimismo, los países industrializados prometieron oficialmente brindar apoyo financiero a los emergentes y en desarrollo en la lucha contra el cambio climático. En concreto se habló de una ayuda inicial de 10.000 millones de dólares por año que podría crecer hasta los 100.000 millones de dólares.

La mayoría de las naciones aprobó el acuerdo, pero aclarando que se trata de una declaración política que no reemplaza a Kioto. Los países en vías de desarrollo exigen a los industrializados un mayor compromiso de reducción de emisiones.

Tampoco la Unión Europea pudo llegar a un acuerdo entre sus miembros para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 30 por ciento en lugar de 20 por ciento frente a los niveles de 1990 hasta 2020.

México, por su parte, anunció en Copenhague la meta de reducir en hasta el 30 por ciento de las emisiones contaminantes, pero la supeditó al financiamiento y la tecnología que reciba en cumbres climáticas. dpa

Editora: Claudia Herrera Pahl