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Carta amarilla para los países árabes

3 de julio de 2002

El Informe sobre Desarrollo Humano Árabe 2002, presentado en el Cairo por la ONU destaca el desarrollo alcanzado por el mundo árabe, pero advierte sobre los retos que aún enfrenta la región.

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Peregrinos a la Meca.Imagen: AP

"El informe fue escrito por árabes para árabes," afirmó Rima Khalaf Hunaidi, Administradora Asociada y Directora de la Dirección Regional de los Estados Árabes del PNUD (Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo). "Tiene por objeto hacer un diagnóstico exacto de los problemas que enfrenta la región a fin de encontrar soluciones."

En realidad el diagnostico es desastroso. El informe señala que aún queda mucho por hacer para que la población de la región tenga la posibilidad de expresarse políticamente y disponga de las opciones sociales y las oportunidades económicas necesarias para un futuro mejor.

El documento, resultado de 18 meses de investigaciones, subraya que el crecimiento del ingreso per cápita en esa región en los últimos 20 años fue de 0,5%. En ninguna región del mundo la productividad es tan baja como en los países árabes. Solo en Africa hay mas pobreza. Ninguna región tiene tan pocos usuarios del Internet y tan pocas páginas web.

Cultura y desarrollo

El intercambio cultural con otras naciones es muy limitado. Escasamente 300 libros se traducen por año de otras lenguas al árabe. En comparación: Tan solo en España se traducen al año 100.000 libros de lenguas extranjeras al español, cifra que alcanza el mundo árabe en un periodo de 1000 años.

El informe acusó a muchas naciones árabes de privar a sus pueblos de las libertades políticas básicas, de tener a las mujeres sojuzgadas y de permitir que los niveles de educación caigan a niveles extremadamente bajos.

Alrededor de 65 millones de adultos, mayormente mujeres, son analfabetas, 10 millones de niños no están inscritos en el sistema escolar, y el desempleo es del 15% en la región.

Por otro lado el informe elogió a los países árabes por elevar las expectativas de vida de sus pueblos, por abatir la mortalidad infantil y por reducir la pobreza extrema, pero criticó la falta de libertades básicas y de oportunidades.

Responsabilidad de Occidente

Los países árabes no son víctimas de una injusticia impuesta por Dios o la naturaleza. Disponen sobre riqueza petrolera, gas, oro y mucho más. Cambios necesarios fracasan muchas veces por las estructuras oligarcas, la falta de democracia y libertad de expresión.

El fortalecimiento de las libertades personales e institucionales y el estímulo de la participación ciudadana, son cuestiones que también competen a los países occidentales. Las cúpulas del poder en los países árabes, tan poco democráticas y tan corruptas como son, forman lamentablemente los pilares en los que se apoya la comunidad internacional en la guerra contra el terrorismo. El informe subraya claramente la necesidad urgente de un dialogo entre el mundo árabe y occidente.