Casados por amor y contra el SIDA
1 de diciembre de 2005El Parlamento español aprobó en junio pasado la ley de matrimonios homosexuales. Ramón Linaza y Carlos Patiño querían que su boda fuera un acto de compromiso en la lucha contra el SIDA, y el matrimonio estuvo a punto de no consagrarse porque, entre la emoción y las reivindicaciones, los contrayentes casi olvidan darse el mutuo consentimiento.
"Nos casamos por coherencia, por hacer uso del derecho por el que tanto hemos luchado", dijo Linaza, y dio las gracias a cuantos les apoyan desde hace 12 años, cuando le diagnosticaron el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). "Estoy vivo y alegre, pero no me basta", agregó Linaza tras recordar a dos jóvenes encarcelados en Irán por mantener relaciones homosexuales y defender el condón como único método seguro para prevenir el SIDA, y criticando a quienes desautorizan su uso.
La libertad de la igualdad
El concejal que ofició la ceremonia, el socialista Pedro Zerolo, destacó el papel de los contrayentes como "hombres comprometidos con la lucha contra la enfermedad", y mostró su orgullo por "este magnífico país que ha sabido acabar con la discriminación", aunque advirtió que "para algunos seguimos siendo lo peor, depravados, peligrosos, maricones siempre, pero ahora libres e iguales".
Carlos Patiño, por su parte, recordó como conoció a su pareja en 1978, cuando aún estaba vigente la ley de Peligrosidad Social en España "y era impensable imaginar que nos pudiéramos llegar a casar".
A la ceremonia en la que Zerolo declaró a los dos actores unidos en matrimonio, asistieron una treintena de familiares y amigos de la pareja, que se conoció en los preparativos de la primera Marcha del Orgullo Gay de Madrid. La marcha reunió hace 27 años a 5.000 personas, algunas menos que en la edición de 2005, a la que asistieron millón y medio.