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Ciberviolencia en México: medidas punitivas y estereotipos

24 de noviembre de 2022

Aunque México la tipificó en 2018, la ciberviolencia ha ido al alza. Las medidas punitivas no cambian las estructuras patriarcales ni los estereotipos que generan violencia, opinan especialistas consultadas por DW.

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Manifestación ante el Senado, en México, con pancartas contra la violencia digital.
Manifestación ante el Senado, en México, al aprobarse la Ley Olimpia.Imagen: Carlos Tischler/The Photo Access/imago images

Una “pornovenganza” por parte de su ex pareja llevó a la joven Olimpia a luchar por la penalización de la violencia digital en su país. A los 19 años presentó un proyecto de ley que tardó años en ser aprobado. En México, la “Ley Olimpia” ha sido aprobada entretanto en 28 Estados.

“Se reformó la ley que reconoce el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y se tipificó en el código penal los actos de acoso, hostigamiento, amenazas y demás violencias en el espacio digital”, explica a DW Selma Maxinez, del Círculo Feminista de Análisis Jurídico de México. “Y aunque está bien que se reconozca la violencia digital, esta ley punitiva no ha cambiado las cosas”, afirma Maxinez.

Aterradora situación

“La situación en México, al igual que en todo el mundo, está muy complicada. Ha aumentado muchísimola violencia digital. Las mujeres que más sufren este tipo de violencia tienen entre 18 y 30 años, una población muy joven usuaria de Internet”, apunta. Efectivamente, según consta en un informe de Spotlight, la iniciativa de la Unión Europea y ONU Mujeres para erradicar la violencia contra las mujeres, la tendencia es global.

Los datos son demoledores: la mitad de los responsables de violencia digital son personas conocidas previamente por las mujeres víctimas; un 77% de las víctimas de ciberacoso ha sufrido alguna forma de violencia física por parte de una ex pareja y en el 29% de los casos de violencia doméstica el agresor ha utilizado un spyware o la geolocalización para controlar a su víctima. 

En el caso específico de México, estudios realizados en 2017 registraban que las mujeres reciben más propuestas (30,8% frente a 13,1%) o contenido sexual (23,9 frente a 14,7%) no solicitado que los hombres. Un grupo especialmente atacado en las redes son las mujeres periodistas.

Mundos contiguos

Como fuere, los especialistas previenen de creer en la división entre mundo real y mundo digital. Ambos espacios son contiguos, de un continuum habla el informe. Y los datos lo sustentan.

“Los números durante la pandemia aumentaron. Ahora tenemos entre 10 y 11 mujeres asesinadas al día. En el momento más álgido del confinamiento se registraron 143 llamadas de emergencia por algún tipo de violencia por hora. Fue algo terrible; la verdad es que ni el Estado y sus instituciones de emergencia ni los servicios de justicia estaban preparados para responder a una situación tan brutal”, cuenta Maxinez, puntualizando que desde hace diez años en el código penal federal consta el feminicidio.

“En principio, sobre el papel, parecería que México ha adoptado medidas contra la violencia de género”, explica a DW María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada por España. “México contabiliza los feminicidios desde el 2015 y tiene nueve tipos penales sobre violencia de género que quiere ampliar a 16. Parecería que todo está legislado. Pero estamos hablando de once asesinatos al día y de que el problema se perpetúa”, subraya Rodríguez Palop, vicepresidenta de la Comisión de la Mujer e integrante de la delegación para las relaciones con México de la Eurocámara.

¿Por qué se perpetúa la violencia?

“Aunque la buena voluntad política  ha adquirido cuerpo legislativo, no se traduce en hechos y los resultados son exiguos”, afirma Rodríguez Palop. Remitiéndose al fallo de Campo Algodonero por los feminicidios en Ciudad Juárez, “por primera vez se condenó a un Estado como autor, cómplice y encubridor. Toda esta violencia se enmarca en una cultura profundamente patriarcal”, afirma.

¿No es de extrañar entonces que sean populares en redes sociales hashtags como #sinotegolpeanoteama o #sermachistaeshermoso? Según consta en el informe de Spotlight, un estudio de 2017 identificó Twitter como la plataforma de mayor incidencia de discurso de odio contra las mujeres y a Facebook como la red social donde se registran la mayor cantidad de agresiones contra las mujeres que se pronuncian a favor de la igualdad de género. A este respecto, Ciudad de México incluyó en su legislación la posibilidad de solicitar medidas de protección específicas en casos de violencia digital. ¿Un avance? “Las autoridades no tienen la tecnología suficiente para investigar de manera exhaustiva”, responde Maxinez.

En general, “se detecta una falta de contundencia en la lucha contra el patriarcado que genera estructuras de violencia, a veces institucionalizada en una Fiscalía General y un poder judicial estériles y en la policía y la brutal militarización en México. Por todo ello, en vez de haberse combatido la violencia de género, ésta se ha agravado, han puesto al lobo a cuidar a las gallinas”, resume Rodríguez Palop.

Así las cosas, “las medidas de protección que se contemplan en la ley general y en algunas leyes locales no son suficientes en la realidad. Por otro lado, las redes sociales deberían tener regulaciones internas que hasta el momento no existen y solamente censuran lo que ellos consideran “sensible”, sin un enfoque de derechos. Las medidas punitivas de la Ley Olimpia no cambian las conductas basadas en estereotipos que crean discriminación en el mundo real y digital y violencia que llega a ser letal”, concluye Maxinez. 

(ers)