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"Contra el unilateralismo"

La entrevista fue realizada por Soraia Vilela. 11 de mayo de 2005

Hoy culmina la cumbre de representantes de 22 países árabes y 12 sudamericanos.Acerca de la cumbre y sus perspectivas, DW-WORLD entrevistó al escritor brasileño Milton Hatoum. Una visión latinoamericana.

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Milton HatoumImagen: Suhrkamp


Milton Hatoum, nació en Manaos en 1952 en el seno

de una familia de inmigrantes libaneses y está considerado uno de los clásicos de la literatura brasileña contemporánea. Sus novelas Relato de um Certo Oriente y Dois Irmãos fueron traducidas al alemán. Ambas discurren en un plano de tensión entre dos mundos: la tropicalidad de la Amazonia y lo oriental de la inmigración libanesa.

DW-WORLD: ¿Usted cree que la intención de la Cumbre Sudamericano-Árabe en Brasilia de disminuir la dependencia de esos países del "Primer Mundo" provoca temores en EEUU y la Unión Europea? ¿Qué consecuencias puede tener este diálogo Sur-Sur para la geopolítica mundial?

Milton Hatoum: Disminuir la dependencia sí, provocar temores no. En el mundo globalizado, Brasil y América Latina buscan alternativas económicas y el mundo árabe, que está muy diversificado, tiene una población de 300 millones de personas. Después del viaje del presidente Lula a los países árabes, en 2004, la exportación de productos brasileños aumentó en un 20% a ésos y otros países de Oriente Próximo y el norte de África. Hay que recordar que el proteccionismo es el caballo de batalla de los países ricos, que se dicen liberales, de economía abierta, etc. Pero cuando importan productos de los países pobres, imponen serias restricciones, tasas e impedimentos de todo orden. Esta cumbre es una de las opciones en el sentido de ampliar mercados, con ventajas mutuas. Es también una tentativa de salir al encuentro del unilateralismo por el que se orienta la política exterior de EEUU, condenada por la ONU y las potencias europeas, incluso Alemania, Francia y España.

La posibilidad de que el documento final de la cumbre legitime la resistencia armada en los territorios ocupados ha sido blanco de críticas en los medios. El gobierno israelí ya manifestó sus preocupaciones. ¿Cuál es su posición respecto a esa debatida cláusula?

Yo estoy en contra de todo tipo de violencia, pero ¿por que los medios no hablan del terrorismo de Estado? En la historia de Oriente y Occidente, los pueblos de todas las naciones resistieron a la ocupación extranjera. Ello sucedió en Francia y en otros países durante la ocupació nazi, sucedió en Argelia durante la ocupación francesa. El pueblo de Sudáfrica, liderado por Nelson Mandela, se resistió al apartheid. Sin esa resistencia, esos pueblos no habrían conquistado su libertad y soberanía. Estoy a favor de una solución negociada y pacífica.

¿Usted cree que a mediano plazo es posible establecer un diálogo verdadero entre América Latina y los países árabes? ¿Ve posibilidades concretas de una cooperación más asodua entre los países árabes y los latinoamericanos? ¿O cree que el objetivo de la cumbre eb Brasilia es, sobre todo, económico?

Es posible y es necesario y no sólo por razones económicas. Existen, por ejemplo, lazos culturales y afectivos entre muchos de los 20 millones de latinoamericanos de origen árabe con el Líbano y Siria. Hay aproximadamente ocho millones de brasileños descendientes de sirios y libaneses. Muchos mantienen lazos culturales y familiares con los países de sus antepasados. Ello sucede con muchos descendientes de inmigrantes, ya sean árabes, asiáticos o europeos. La cultura aproxima a los pueblos. (...) Por ello espero que la cumbre no se restrinja sólo al ámbito económico, sino que promueva también el intercambio cultural en las áreas de la música, la literatura, el cine, la danza, el teatro, las ciencias humanas y la investigación científica.


La situación en países con gobiernos dictatoriales y autoritarios en el mundo árabe no parece ser un tabú en la cumbre de Brasilia. ¿Usted lo vería como fracaso parcial del encuentro?


Estoy contra todo gobierno autoritario. Sé que los pueblos árabes gustarían de vivir en democracia y están luchando por ello. Pero es necesario decir que varias monarquías y gobiernos tiránicos del mundo árabe son apoyados por la única superpotencia del planeta. Además, la democracia es un proceso que se desarrolla de adentro para afuera, desde el interior de las sociedades. La democracia no puede construirse con una invasión o ocupación militar. Por razones de diplomacia, y de Estado, se calla sobre esos problemas, o sea, sobre esos gobiernos tiránicos y también sobre la invasión de Irak. Abomino las dictaduras, los gobiernos autoritarios y el unilateralismo de la política norteamericana. Son prácticas que sólo causan muertes, devastación, sufrimiento y miseria. Y ese conjunto de atrocidades no debería ser encarado como tabú.


La iniciativa de
reunir a países árabes –que son, a su vez, extremamente heterogéneos– y latinoamericanos partió del Gobierno de Lula. ¿Ud. cree que el Gobierno de Brasil quiera participar activamente en el proceso de paz de Oriente Próximo?


Los países latinoamericanos son también bastante heterogéneos. Nada es tan diferente como La Paz y São Paulo. O Salvador y Buenos Aires. El desafío es establecer un intercambio entre pueblos diferentes. (...) El proceso de paz no el Oriente Próximo es importante no sólo para el Brasil, sino para todo el mundo. El Gobierno brasileño puede y debe participar en ese proceso, porque aquí los palestinos, árabes y judíos siempre convivieron sin ser molestados. Es más, muchos judíos y árabes se casaron entre sí o con brasileños de otros orígenes étnicos y religioso y ello enriqueció a la sociedad brasileña.