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Corea del Sur busca guía de Alemania para la reunificación

3 de octubre de 2021

Mientras Alemania conmemora 31 años de su reunificación, Corea del Norte y Corea del Sur no tienen claridad en torno a la misma cuestión. Ni siquiera se sabe cómo afrontar el costo de la reconstrucción del Norte.

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En caso de reunificación, los analistas han sugerido que el costo económico para Corea del Sur sería gigantesco.
En caso de reunificación, los analistas han sugerido que el costo económico para Corea del Sur sería gigantesco.Imagen: Reuters/South Korean Defence Ministry

A siete meses de que deje la presidencia de Corea del Sur, Moon Jae-in sigue comprometidos con su viejo sueño de reunificar la península coreana en una sola nación.

Y, siendo Alemania uno de los pocos países con experiencia reciente en una amalgama similar de dos Estados, el ministro de Unificación, Lee In-young, está viajando a Europa para discutir lo que se puede aprender de los acontecimientos que condujeron a la reunificación alemana en 1990 y los desarrollos posteriores.

Los analistas sugieren que Moon y Lee se han sentido "frustrados" por el fracaso de su programa de acercamiento de las dos Coreas en los últimos cinco años. Pero señalan que la razón de que las relaciones transfronterizas estén en punto muerto no recae en el Sur.

La intransigencia de Pyongyang y su negativa a comunicarse siquiera con Seúl durante gran parte del último año ha detenido la ya atrofiada relación bilateral, mientras que en las últimas semanas el Norte ha complicado aún más los esfuerzos de acercamiento con una serie de lanzamientos de misiles. El viernes, Corea del Norte confirmó que un día antes había probado un nuevo misil antiaéreo, mientras que el martes lanzó un arma que el régimen describió como un misil hipersónico con capacidad nuclear.

Tanto Estados Unidos como Japón han condenado los lanzamientos, y el disparo del misil hipersónico fue descrito como una "violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".

 Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, y Kim Jong-un, líder norcoreano.
Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, y Kim Jong-un, líder norcoreano.Imagen: AFP

La unificación sigue siendo "una perspectiva a largo plazo”

El pasado miércoles, Lee voló a Europa para mantener conversaciones con funcionarios del gobierno en Bélgica y Suecia antes de viajar a Alemania.

Por invitación del Parlamento alemán, este domingo 3 de octubre asistió a una ceremonia para conmemorar el 31º aniversario de la reunificación alemana. Además, el sábado pronunció una conferencia sobre las relaciones intercoreanas en la Universidad Libre de Berlín y el lunes se reunirá con el Presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, para hablar de la experiencia de Alemania antes y después de la reunificación, y de los posibles paralelismos con la península de Corea.

Y si Alemania se enfrentó a enormes obstáculos en 1990, y a muchos más que no había previsto en los años inmediatamente posteriores a la reunificación, el panorama en las Coreas es claramente más complicado, según los analistas.

Un problema importante que hay que superar, señalan, es que Corea del Norte sigue considerándose el único régimen legítimo de la península. Lleva mucho tiempo insistiendo en que cualquier reunificación futura debe llevarse a cabo en sus términos y bajo su dirección. Sería de esperarse que una península coreana unida, pero gobernada por Kim, tendría poco atractivo para la gran mayoría de los 52 millones de residentes de Corea del Sur.

"El Gobierno se ha dado cuenta por fin de que se le acaba el tiempo y de que no se van a cumplir todos sus planes, entre ellos el de establecer mejores lazos con Corea del Norte y avanzar en la agenda de reunificación", dijo Ahn Yinhay, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Corea en Seúl.

Por su parte, Leif-Eric Easley, profesor asociado de relaciones internacionales en la Universidad Ewha Womans de Seúl, coincide en que las condiciones actuales de la península -donde el Norte sigue sobreviviendo a la escasez de alimentos, medicinas y carece prácticamente de todas las comodidades de las que disfrutan sus vecinos del Sur- hacen que la unificación siga siendo "una perspectiva a largo plazo".

La unificación alemana no puede servir de modelo

"Mientras Pyongyang se niegue a comprometerse con los numerosos proyectos compartidos que propone Seúl, Lee puede buscar el apoyo y el asesoramiento de socios internacionales", dijo. "Una de las lecciones de la experiencia alemana es que el cambio histórico puede llegar de forma rápida e inesperada, por lo que la coordinación y la preparación previas son esenciales".

"Pero los europeos saben que la unificación alemana no puede servir de modelo. En comparación con Alemania Oriental, Corea del Norte ha estado aislada durante más tiempo, es más amenazante con armas nucleares y misiles, sufre una mayor mala gestión económica y comete peores violaciones de los derechos humanos", añadió Easley. Además, agregó, la influencia de China como potencia en crecimiento es "un factor más complicado de lo que Rusia fue para Alemania".

"Al final de la Guerra Fría, se podía pagar a Moscú para que respetara las preferencias alemanas", dijo. "Pekín es hoy más poderoso y está decidido a ejercer sus intereses sobre la península de Corea".

Y mientras que en 1990 había algunas diferencias muy marcadas entre Alemania Oriental y Occidental, el abismo entre la vida de Corea del Norte y la de Corea del Sur es enorme. La economía del Norte genera una fracción de la producción del Sur, que es la cuarta de Asia y la décima del mundo. El ingreso per cápita en Corea del Sur es de 47.000 dólares al año. En cambio, en Corea del Norte es inferior a los 2.000 dólares.

Años de mala gestión económica, combinados con la inversión en armas nucleares y misiles balísticos intercontinentales, significan que la industria, la agricultura y la infraestructura en toda Corea del Norte son efectivamente inoperantes.

En caso de reunificación, los analistas han sugerido que el costo para el Sur podría ser de más de 3 billones de dólares, y otros han advertido que inevitablemente surgirían otros costos adicionales no previstos.

El líder norcoreano Kim Jong-un (frente) agradece a la multitud durante un desfile militar en la plaza Kim Il-sung en Pyongyang, el 9 de septiembre de 2021.
El líder norcoreano Kim Jong-un (frente) agradece a la multitud durante un desfile militar en la plaza Kim Il-sung en Pyongyang, el 9 de septiembre de 2021.Imagen: KCNA/Yonhap/picture alliance

Migración masiva

Dado el bajo nivel de vida en el Norte, y la ambición de muchos ciudadanos por abandonar el hermético Estado, Ahn cree que una mayoría de los 26 millones de residentes del Norte intentaría inmediatamente cruzar la frontera hacia el Sur, como ocurrió en Alemania Occidental en 1990.

Esta afluencia masiva de personas afectadas por la pobreza, combinada con los enormes costos asociados a la reconstrucción del Norte, amenazaría el bienestar económico del Sur, dijo.

"A lo largo de los años se ha afirmado en numerosas ocasiones que el Norte estaba al borde del colapso, y una sugerencia reciente lo situaba en 30 o 40 años", comentó. "Pero siempre existe la posibilidad de que Kim Jong-un caiga enfermo y muera o de que se produzca un golpe de estado en Pyongyang. Estas cosas pueden suceder muy repentinamente, y el Sur debe estar preparado para cualquier eventualidad", dijo.

"Pero si el régimen se derrumba, podría darse una situación como la que vimos en Alemania", añadió. "El Sur no puede recibir a tanta gente al mismo tiempo, por lo que creo que debemos mantener la frontera en la Zona Desmilitarizada para detener cualquier esfuerzo de migración masiva mientras el mundo ayuda a reconstruir el Norte”, concluyó Ahn. (ee/dz)