Cork es la capital cultural europea 2005
4 de enero de 2005Influir en Europa desde los confines hacia el centro. Éste es uno de los ambiciosos lemas propuestos por la ciudad que este año tiene la oportunidad de ser “Capital Europea de la Cultura”. Y no es para menos, a menudo las cosas se deciden en el centro y llegan, por último, a las fronteras. Seguridad propia no les falta a los citadinos de Cork que afirman que en Irlanda hay dos tipos de gente: los que vienen de Cork y los que quisieran provenir de ella.
Cork: amor a segunda vista
Cork es la segunda ciudad más importante de Irlanda. Situada en el delta del río Lee, Cork exhala ambiente fluvial y marino, a la vez. Pero Cork no es fácil de conquistar. Ubicada al suroeste de la isla, el viaje allí es largo y cuando se llega, no pocos se preguntan si, de verdad, valió la pena haberse decidido por esas lejanías. Pero cierto es también que no todos los amores se dan a “primera vista“. Los organizadores del año cultural son conscientes de la situación alejada de Cork, “por eso mismo queremos aportar mucho a la vida cultural del continente”, dice Shane Malone del Comité Cork 2005.
Pero Cork no sólo queda lejos de la mayor parte de Europa sino que es bien pequeña. La vida urbana más activa se reduce a una isla en pleno río Lee que desemboca en el Atlántico poco más adelante. Su paisaje citadino lo marcan grises casas en estilo inglés que han dado refugio a varias generaciones de obreros.
Ciudad sin pretensiones
Y aunque también en Cork se ven, como en la St. Patrick's Street, las elegantes boutiques de las marcas conocidas en todo el mundo, su aspecto sencillo y sin pretensiones es quizás uno de sus mayores atractivos. Tras el primer choque, el residente de las grandes urbes se siente en Cork “como en la sala de su propia casa”.
“Nuestro condado ha invertido 192 millones de euros en la restauración de Cork”, afirma Aoife Carlin, vocera del Comité Cultural. Antiguas fábricas fueron convertidas en modernos apartamentos. De la vieja industria sólo sobrevivió en el centro la cervecería Beamish & Crawford, ésto gracias a la insaciable sed de los irlandeses. Culturalmente Cork no es una desconocida. Su Festival City es famoso, así como la ópera, una de las pocas en Irlanda.
A puerto seguro
Con un gran programa cultural que ha sido diseñado con propuestas de toda Europa, Cork quiere demostrar su “cosmopolitismo”. Las festividades serán inauguradas oficialmente estos 8 y 9 de enero. Un optimismo inquebrantable llena de vida a los citadinos de Cork. No en vano recalcan que, si bien es cierto que Cork fue la última escala que hiciera el Titanic antes de naufragar, al fin y al cabo, los sobrevivientes regresaron a su puerto... con mucho gusto.