Corte alemana consagra derecho a respirar aire puro
28 de septiembre de 2007Dicha corte le abre así el paso a los juzgados a todos aquellos que puedan comprobar que su ciudad los somete injustamente a un grado de polución superior al permitido por Alemania y la Unión Europea.
Este instrumento jurídico bien podría generar toda una ola de pleitos contra las administraciones municipales de cientos de ciudades alemanas que superan los límites de la contaminación fijados. “El fallo emitido en Leipzig es un gran paso en la lucha de millones de ciudadanos que viven en los centros de alta producción industrial y denso tráfico de vehículos”, dijo a DW-WORLD Jürgen Resch, presidente de la organización alemana Ayuda para el Medio Ambiente, Deutsche Umwelthilfe (DUH).
En asuntos de pureza del Medio Ambiente, en Alemania rige desde 2005 la actual norma de la Unión Europea. Según ésta, el aire que se respira no puede contener más de 50 microgramos de polvo por metro cúbico. Un límite que además no debe sobrepasar los 35 días. Según mediciones de la Oficina Federal del Medio Ambiente (Umweltbundesamt), en Alemania hay instaladas más de 400 estaciones distribuidas por todo el país que miden y analizan diariamente la contaminación del aire.
Superados límites de contaminación hasta en cinco veces
Las misma Oficina Federal del Medio Ambiente ha comprobado que 30 de las ciudades alemanas más grandes no cumplen con la norma vigente desde hace ya dos años. Stuttgart, Munich y Berlín, se encuentran entre ellas. Pero también ciudades menores del Este alemán como Jena, por ejemplo. En Stuttgart, más exactamente en “Am Neckartor”, los límites permitidos de contaminación fueron superados durante175 días. Cinco veces más del tiempo reglamentario.
Una situación que, según Resch “justifica entablar procesos contra unas 70 ciudades con el fin de obligarlas a tomar medidas urgentes para reducir o prohibir el tráfico vehículos”. Resch confía en que en pocos meses las administraciones municipales hayan reaccionado favorablemente.
Micropartículas invisibles que causan la muerte
El tiempo apremia porque la contaminación del aire en Alemania ha pasado a ser un problema de salud pública que alcanza dimensiones insospechadas: estudios de la Organización Mundial para la Salud (OMS), del ministerio alemán de Medio Ambiente y la Unión Europea concuerdan en que en Alemania mueren, cada año, entre 65 y 80.000 personas como consecuencia de la aspiración de partículas provenientes de la combustión.
La cifra de muertes ocasionadas por partículas en el aire alcanza los 310.000 casos anuales a nivel europeo. Estas micropartículas son un producto residual de la quema de diesel, del recalentamiento de llantas de autos, de las mezclas de cemento que se escapan de construcciones, de las emisiones de la producción industrial y de las calefacciones, entre otros.
Este polvo letal es tan fino que ni siquiera la mucosa de la nariz humana puede detenerlo y va a enquistarse en los pulmones y el organismo causando infecciones, bronquitis, asma o cáncer. También puede causar infartos cardiacos.
Respirar el humo de 140.000 camiones y vehículos diariamente
Sólo por la calle en que vive el muniqués Dieter Janecek, el querellante que obligó al fallo de la Corte Federal Administrativa y por lo demás, miembro del partido de Los Verdes, transitan diariamente 140.000 camiones de carga y automóviles particulares.
En definitiva, amparados en el fallo mencionado de la más alta instancia, los alemanes comunes y corrientes podrán ahora obligar a sus alcaldías a implementar medidas concretas para reducir la contaminación ambiental. “Un hecho hasta ahora imposible en Alemania porque, aunque la norma existiera, no había ningún instrumento de presión utilizable por la ciudadanía, como en Italia, en donde a través de la presión de diversas fiscalías se han logrado incluso parar el tránsito vehicular en diferentes ciudades”, agrega Resch.
Megaciudades latinoamericanas al borde de un ataque ambiental
En el campo político, mientras Patrick Döring, parlamentario del partido liberal FDP advertía que “ahora no se puede castigar a las ciudades por 35 días de contaminación cuando el resto de los días se respira aire puro”, el fallo ha sido celebrado por Los Verdes como una especie de “confirmación legal a la política de transporte del partido”, según la ex ministra y diputada Bärbel Höhn.
Cierto es que no toda la culpa la tiene el tránsito de vehículos. En Hamburgo, por ejemplo, el 80% del smog es producido por el puerto marítimo internacional.
Pero el significativo fallo de la Corte federal Administrativa no se agota en prohibiciones. Jürgen Resch confía en que “éste puede ser el impulso que se necesita para que la industria automotriz produzca los autos limpios que salven a las grandes ciudades de Europa, Asia y América Latina del colapso ambiental”.