Día Internacional de los Bosques: poco que celebrar
Este lunes (21.03.2016) se celebra el Día de los Bosques para hacer conciencia de lo que sufren. En esta galería les presentamos una recopilación de lo más hermoso y lo más terrible del aniversario.
Los pulmones de la Tierra
Así se denomina a los bosques por su función relacionada con la producción de oxígeno y la captura del dióxido de carbono. Esto logra mejorar la calidad del aire que respiramos al purificar las capas bajas de la atmósfera. El equilibrio entre los gases es fundamental para impedir el calentamiento del planeta.
Un regalo para la vista
En los lugares más hermosos siempre hay magníficas panorámicas. Y es que cuando hay naturaleza de por medio, la inmensidad y la vasta gama de colores que ofrecen a la vista son como un regalo caído del cielo. De hecho, se dice que los bosques son curativos y ayudan al fortalecimiento de la resiliencia.
Una simbiosis perfecta
Los bosques están por todo el planeta y cambian en función de la zona geográfica. Se adaptan al invierno, al clima tropical y a las influencias oceánicas. Sin embargo, lo que siempre hay en todos y nunca cambia es su relación con la biodiversidad. En una simbiosis perfecta, cobijan, alimentan y protegen a todo tipo de ser vivo, sin importar de qué tipo sea ni de dónde venga.
Vámonos de excursión
Las escapadas a la naturaleza son una de las actividades preferidas en muchos lugares del globo. Las posibilidades son infinitas: escalada, pícnic, senderismo, acampada, rafting, barranquismo, etc. Un lugar ideal para los más pequeños y también para los mayores. Entrar en contacto con nuestro lado más salvaje siempre ayuda a sentirse vivo.
Consumidos por el fuego
Cuando se habla de incendios, normalmente no se hace referencia a los que se producen de manera natural, sino a los que son provocados. Un 65 por ciento de los incendios forestales son provocados por el ser humano. Las razones varían: desde la quema de pastos hasta la piromanía, pasando por la especulación de tierras o madera.
La deforestación avanza sin control
Poco a poco, pero destrozándolo todo a su paso. La deforestación por la tala indiscriminada de árboles es un mal que afecta seriamente al planeta. No sólo por las emisiones de gases que produce, sino también por la amenazada biodiversidad que pierde su hábitat. El caso del aceite de palma y los orangutanes es un ejemplo claro.
El capricho del hombre
Como siempre, la acción del ser humano tiene sus consecuencias para el entorno que le rodea. Y no tienen por qué ser directas. En muchas ocasiones el capricho del hombre, como llevarse un animal consigo, puede llevar a graves resultados. En este caso, el castor fue introducido en el Parque Nacional de Tierra del Fuego y ahora ahoga los árboles con sus represas.