David Cameron, el nuevo premier británico
11 de mayo de 2010Llega a su fin en Gran Bretaña la era del "nuevo laborismo", que había comenzado en 1997 cuando ganó las elecciones Tony Blair. “Deseo al nuevo primer ministro lo mejor cuando tenga que tomar decisiones importantes para el futuro”, declaró Gordon Brown, quien se rindió definitivamente, tras fracasar sus intentos de negociación con los liberales.
Los buenos deseos no le saldrán sobrando a David Cameron, de 43 años, a quien la reina encomendó la tarea de formar el nuevo gobierno.
El ascenso meteórico de David Cameron
El nuevo premier británico suele ser comparado con Tony Blair, quien en 1997 había renovado a su vez al partido laborista. Al igual que Blair, también sabe manejarse con los medios de comunicación. Pero también es blanco de críticas por su inexperiencia.
Cameron tiene tras de sí una carrera meteórica. Sólo necesitó cuatro años para trocar su banca de parlamentario en 2001 por la presidencia de los conservadores en el Parlamento.
Su padre era un pudiente corredor de bolsa y su madre pertenece a una familia de parlamentarios conservadores. El líder conservador británico cursó sus estudios en Eton, un internado de elite, y en la universidad de Oxford se graduó con distinciones. Su esposa Samantha proviene de una familia rica y es directora creativa de un fabricante de elementos de lujo para oficinas.
Pero Cameron trabajó duro para no convertirse en abogado de pudientes. También se supo diferenciar de la "Dama de Hierro", Margaret Thatcher, quien en su carácter de primera ministra conservadora realizó reformas en el país pero cuyos recortes sociales espantaron a los votantes.
Coalición en Londres
Cameron anunció la misma noche del martes la formación de una coalición con los liberales de Nick Clegg.
En el Reino Unido no se forma una coalición formal en la que los liberales tienen poder real desde la del gobierno de Churchill en época de guerra entre 1940 y 1945. El efímero pacto "lib-lab" formado por el Partido Laborista del primer ministro James Callaghan en 1977 consistió en un acuerdo bipartidista que distó mucho de ser una coalición formal.
Durante los pasados 70 años los dos grandes partidos de Reino Unido se habían turnado al frente del gobierno, con el respaldo de un sistema que otorga por lo general el poder al candidato con mayoría absoluta y que durante largo tiempo había permanecido invariable.
Sin embargo, el entorno político ha cambiado con estas elecciones, que han desatado una ola de expectación ante algo nuevo, una tercera vía.
ERS/dpa