¿De dónde vienen los huevos de Pascua?
14 de abril de 2017Pareciera que la fábula del conejo de Pascua se originó durante la Edad Media, pero en realidad surgió durante la Ilustración, mientras las liebres saltaban y corrían por los prados e iban dejando huevitos decorados.
Esta fábula tiene poco que ver con la resurrección de Cristo, así como la Navidad poco tiene que ver con Papá Noel. Los protestantes, para explicarles a los niños el motivo por el cual hay muchos huevitos en Pascua, culparon a los conejos. Los huevitos simbolizan la nueva vida, por lo que es un símbolo de la resurrección.
Más información:
-El Papa apela a la humildad durante la Vigilia Pascual
-La Semana Santa, fuente de esperanza
La bendición de los huevitos
Antiguamente, los huevos eran bendecidos en las iglesias y luego decorados para poder distinguir cuáles recibieron la bendición y cuáles no. Los huevitos decorados eran entregados como regalo. Alois Dörin, experto en tradiciones populares, asegura que "la primera historia del conejo de Pascua surgió durante el siglo XVII en la literatura protestante". Las liebres no eran las únicas que traían regalos durante Pascua. Dependiendo de la región, los zorros y los cuervos tenían esta misma tarea. Sin embargo, esto no perduró en el tiempo. "Las liebres son más fáciles de humanizar o personificar,” sostiene Alois Dörin.
La liebre y su falsa fertilidad
Algunos expertos han investigado otras posibles explicaciones en viejas leyendas. La diosa alemana de la primavera y la fertilidad, Ostara, quien iba acompañada por una liebre. Sin embargo, esta teoría es errónea. "Ahora sabemos que esta diosa nunca existió,” dijo Döring. "Fue un invento del siglo XIX”, afirma el especialista.
En conclusión, la suposición de que la diosa Ostera fue la que le dio el nombre a la Pascua no es verdad. Döring explica: "Es posible que la palabra Pascua provenga del indogermánico y signifique 'aurora'”. La iglesia celebra la resurrección de Cristo durante el amanecer, al igual que el bautismo de nuevos miembros, por lo que la palabra Pascua puede provenir de las palabras germánicas "ausa” o "austr”, que significan "derramar agua”.
Fuego y agua, símbolos de la Pascua
Los creyentes aseguran que el agua bautismal bendecida tiene poderes curativos. Otra razón por la que el agua es considerada santa es porque la vela de Pascua es sumergida en ella mientras se pronuncia una bendición, explica Döring. Desde el siglo XII, la vela de Pascua es prendida con un gran fuego que simboliza la resurrección de Cristo, y esa "luz expulsa la oscuridad del corazón”.
En la tradición de los ortodoxos griegos, el patriarca entra a la iglesia con una lámpara de aceite. Se cree que el fuego santo baja de los cielos para prender la lámpara. El patriarca luego se la pasa a los creyentes para que cada uno pueda prender sus velas. El ritual simboliza la esperanza antes de la resurrección de Cristo.
A lo largo de toda Alemania, durante la noche anterior a Pascua se prenden enormes fogones. Este ritual tiene raíces paganas. El experto Döring explica que "en Alemania, el fuego es asociado con Pascua al igual que el conejo con los huevos”.
Tras el Concilio de Nicea, la Pascua se celebra durante el primer domingo después de la primera Luna llena luego del comienzo de la primavera. Por lo que Pascua se celebra entre el 22 de marzo y el 25 de abril, que es cuando se puede observar conejos recién nacidos corriendo y saltando por los prados.
Autora: Sabine Damaschke (BT/DZC)