Después del tifón: estado de emergencia en Filipinas
Tras el paso del tifón Haiyan, Filipinas está sumida en el caos y necesita ayuda. La población no cuenta con lo más necesario para sobrevivir, y las enfermedades acechan por la acumulación de cadáveres y escombros.
Sin escapatoria
El tifón Haiyán azotó Filipinas el viernes con vientos que, según informaciones actuales, alcanzaron los 380 kilómetros por hora. Las Naciones Unidas estiman que cerca de 660.000 personas perdieron sus hogares debido al fenómeno meteorólogico, uno de los más devastadores que alguna vez haya visto el planeta.
Amenaza de epidemias
En la foto, una madre y sus hijos tratan de protegerse con trozos de tela del olor penetrante, proveniente de los cadáveres, y de las bacterias que éstos dispersan en el aire. El calor empeora aún más la situación.
Recuperando los cuerpos de las víctimas
Los sobrevivientes conviven en Tacloban con las bolsas en las que se depositan los cadáveres de las víctimas. Casi cada familia de las regiones afectadas ha perdido a algún ser querido. Las autoridades locales ya están preparando fosas comunes para sepultar a los muertos lo antes posible, pues día a día aumenta el peligro de que produzcan brotes epidémicos.
Aferrarse a lo mínimo
Aquí, un hombre busca materiales en los desechos con la esperanza de poder hallar plástico, comida o ropa que lo ayuden a satisfacer sus necesidades básicas. Pero la devastación es tan grande que no hay casi nada que pueda volver a usarse. Además, muchas de las calles en Tacloban y en otras ciudades están anegadas, y la esperada ayuda no llega.
Grito de ayuda
En Tacloban, los niños ayudan transportando lo que encuentran a sus refugios provisionales. "Necesitamos comida y agua", se lee en el cartel. La gente es presa de la desesperación, pues justamente esas dos cosas, necesarias para la supervivencia -comida y agua potable- es lo que más les falta.
Estado de emergencia en varias regiones
En el caos dejado por el tifón, la población intenta conseguir alimentos sea como fuere, incluso saqueando tiendas. También hay quien aprovecha la situación para obtener lo que nunca podría pagar: electrodomésticos. Los soldados velan por el orden en la ciudad más golpeada por Haiyan.
Alemania envía ayuda
Alemania colaboró en la ayuda a los damnificados, en un primer envío, con 5.400 mantas, 3.000 tiendas de campaña y equipo médico. Además, también llegaron ya a Manila rescatistas y especialistas en catástrofes de la Organización de Ayuda Técnica ante Catástrofes (Technischer Hilfswerk).
Todo el mundo colabora
Más de 20 países se comprometieron a ayudar a Filipinas. Alemania apoya las acciones de rescate con 1,5 millones de euros. La Unión Europea prometió ayuda por cerca de 10 millones de euros. Además de soldados, EE. UU. envía naves militares, como el portaaviones "USS George Washington", en la foto.
El trabajo voluntario, más importante que nunca
La Cruz Roja de Filipinas trata de distribuir alimentos y otros bienes entre los sobrevivientes con ayuda de voluntarios. Además, junto con las autoridades locales, apoya las evacuaciones masivas en las regiones afectadas.
Una nueva tormenta se aproxima
El ciclón "Zoraida" se mueve en dirección a la isla sureña de Mindanao, y ya se decretó el estado de alerta para 28 provincias. Sin embargo, los meteorólogos estiman que no alcanzará la fuerza que tuvo el tifón Haiyan.