El panadero y pastelero de origen francés Ludovic Gerboin emplea polvo de microalgas en tortas, pasteles e incluso en pan de molde. El resultado son coloridas creaciones que brillan bajo luz ultravioleta. Además con ellas contribuye a la lucha contra el cambio climático; y es que gracias a su actividad fotosintética, las algas absorben mucho más CO2 que las plantas terrestres.