Dura búsqueda de la verdad tras asesinato de joven brasileño
22 de agosto de 2005
La credibilidad y acaso la idoneidad de la policía británica para combatir el terrorismo y proteger a su población están en juego. La conducta de la policía y el Gobierno británico a la hora de establecer los móviles, la intención y las responsabilidades del asesinato de De Menezes ha sido vergonzante.
El caso es de singular desgracia: Scotland Yard no sólo mató a un inocente sin aparentes razones, sino que ha buscado, por todos los medios, ocultar la verdad, sea cual sea.
Lo más grave empero no es que la policía, como cualquier otra institución, haya cometido un error, aunque fuera irreparable, sino que sabiéndolo, ha querido desviar la atención presentando toda una madeja de mentiras. Cuesta mucho no hacer paralelos entre la truculenta actitud de la policía británica y la patraña que le costó la reelección al ex presidente español Aznar con motivo de los atentados del 11 de marzo 2005.
Asesinado a sangre fría
Ian Blair, el jefe de Scotland Yard, afirmó tras lo ocurrido ese 22 de julio que el joven de 27 años había huido de la Policía y desoído sus advertencias, propiciando así su propia muerte. Documentos de la investigación filtrados a la prensa demuestran empero, lo contrario.
Pero no todos en Gran Bretaña aprueban la dudosa conducta de la policía frente a la opinión pública. El comité civil "Justice for Jean", que exige el esclarecimiento del asesinato, llevó a cabo una vigilia de protesta en Downing Street, la residencia de Tony Blair que, a propósito, sigue respaldando las "verdades" publicadas por la policía londinense.
¿Transgresión de Derechos Humanos?
Pero algo dice que muchos británicos no quieren oír otra versión a la oficial. El clima que rige en la Gran Bretaña, aún asustada por los mortíferos atentados terroristas del 7 de julio, es el de aprobar toda acción que los libre de ser nuevas víctimas, así la policía "ejecute" a inocentes y transgreda convenciones internacionales del tratamiento de sospechosos. Diana Gorodi, hermana de una víctima mortal, por ejemplo, ha declarado "oponerse a que la policía sea obligada a retractarse", pues la política de "tirar a matar" la hace sentir más segura.
En ese ambiente, más favorable que crítico a la impunidad, la familia de la víctima llegó a Londres para exigir justicia. Los deudos son acompañados por Márcio Pereira Pinto Garcia, subdirector del departamento de cooperación judicial internacional del Ministerio de Justicia brasileño, que, durante la vigilia de protesta, entregó una petición a la Comisión de Investigación de Quejas de la Policía (IPCC).
La familia y comisión brasileñas, se entrevistarán además, con el subcomisario de la Policía Metropolitana de Londres, John Yates, que intenta esclarecer si hubo negligencia en la actuación policial que llevó a la muerte de De Menezes.
¿Asumirá alguien la responsabilidad?
La familia de De Menezes ha pedido, incluso, la dimisión del comisario de Scotland Yard, que ha recibido el apoyo del Gobierno. Pero la verdad está ganando adeptos. Amnistía Internacional se ha adherido a la petición de esclarecimiento de la llamada "operación Kratos", exigiendo que "la investigación debe hacerse independiente e imparcialmente, ajustándose a las normas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en virtud del artículo 2 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, que consagra el derecho a la vida".