Descartadas para la venta en el mercado, por su aspecto, tamaño o color. ¿Pueden tener una segunda vida las hortalizas frescas que no cumplen ciertos requisitos estéticos? El descarte de alimentos llevó a Angela Olsson, una ingeniera química e hija de productores agrícolas de Canelones, Uruguay, a buscar soluciones. Y las descubrió en la cáscara de las cebollas.