El "casi-triunfo" de Lula
7 de octubre de 2002
Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT), recibió el pasado domingo un buen regalo de cumpleaños, aunque no el que deseaba. El socialista soñó por fin haber llegado a la presidencia de Brasil, pero le faltaron cuatro puntos porcentuales lo que le obligará a ir a una segunda vuelta, el próximo día 27.
Lula, amparado en los últimos sondeos que le atribuían cerca del 50 por ciento de los votos, logró alrededor del 47 por ciento, según el Tribunal Superior Electoral.
José Serra, abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), al cual pertenece el presidente Fernando Henrique Cardoso, su amigo personal, sorprendió el domingo al obtener cerca del 24 por ciento de los votos, un porcentaje que no le daba ni la más optimista de las encuestas, que le atribuían el 21 por ciento del respaldo.
Victoria a plazos
Aunque Lula no haya logrado su primer objetivo, sus posibilidades para la segunda vuelta en dos semanas no están nada mal, ya que los cuatro candidatos que han quedado en el camino se identifican con la izquierda que él lidera.
El candidato del Partido Socialista, Anthony Garotinho, quien quedó en tercer lugar con un 16% de los votos, ya había anticipado que si la segunda vuelta era entre Lula y Serra votaría al candidato del PT. El centro-izquierdista Ciro Gomes, abanderado del Frente Liberal, cuarto en estos comicios con un 13%, dio a entender que instará a votar por Lula en la segunda vuelta, en un debate por televisión.
Temores y esperanza
La elección histórica al primer presidente socialista en el país más grande de América Latina esta al alcance de Lula. Este hecho produjo en al pasado ya algunos comentarios sorprendentes sobre el carismático hombre barbudo. El ‘guru’ de las bolsas George Soros, por ejemplo, auguró un colapso financiero en el caso de una victoria del candidato de izquierdas. Otros hasta hablaron de un nuevo "eje del mal" que Lula iba a establecer junto con el presidente venezolano Hugo Chávez y Fidel Castro.
Las opiniones positivas sobre Lula no son menos originales. Para el político y activista norteamericano Jesse Jackson Lula dispone de una aura comparable a la de un Martin Luther King o Nelson Mandela. Y la embajadora estadounidense en Brasil, califica Lula como la versión brasileña del "sueño americano".
Las bolsas internacionales – un barómetro muy sensible - reaccionaron menos nerviosas de lo esperado. Lula ha dejado de ser la amenaza comunista que fuera en sus tres intentos anteriores por conquistar la presidencia de Brasil.
El nuevo presidente tendrá que reducir los abismos sociales en Brasil, según la ONU, el país con la mayor desigualdad del mundo, después de Sudáfrica. En este marco no queda mucho espacio para sueños marxistas.