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El dilema de Blair

2 de octubre de 2002

En medio de la crisis iraquí, el congreso del partido laborista británico y la estrecha alianza de Tony Blair con el presidente estadounidense, George Bush, ocupa hoy a diversos comentaristas de la prensa europea.

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Tony Blair, durante el congreso del partido laborista en Blackpool.Imagen: AP

El periódico londinense The Times destaca que éste no ha sido un congreso fácil para el primer ministro británico. "La discusión en torno a Irak y el debate sobre el financiamiento de los servicios públicos habrían podido ponerlo a la defensiva. Pero Blair optó por el mensaje de que hay que avanzar, y jamás retroceder. No obstante, aún puede planteársele un terrible dilema en lo tocante a la crisis iraquí. ¿Se mantendrá al lado de Estados Unidos si no lo secunda la ONU? Si la respuesta es afirmativa, el partido podría abandonarlo. El discurso de Blair fue el de un jefe de gobierno fuerte. Pero su habilidad de líder podría verse pronto sometida a una difícil prueba".

¿Alternativa de izquierda?

El Periódico de Cataluña, editado en Barcelona, se muestra crítico frente a la gestión del premier británico. "El balance de Blair en materias sociales no es precisamente convincente. Es cierto que heredó un pesado lastre de los conservadores, e incrementó los gastos en salud y educación. Sin embargo, las mejoras son apenas perceptibles para la ciudadanía. Ahora abogó ante su partido a favor de que las empresas privadas asuman servicios públicos. Eso provoca resistencia en sus propias filas. Al igual que en el tema de un ataque contra Irak, quedó una vez más de manifiesto que Blair no busca el consenso. Con su belicismo y su afán privatizador, el jefe de los laboristas ha dejado de ser un punto de referencia para una alternativa de izquierda".

El riesgo de secundar a Bush

En Noruega, el matutino conservador Aftenposten, de Oslo, opina que su ligazón al presidente estadounidense está poniendo bajo presión a Blair: "Su obstinación por secundar a Bush le está granjeando duras críticas en su propio partido laborista... Todos los gobernantes británicos han considerado clave la alianza con Estados Unidos, con miras a estar cerca del centro político más poderoso del mundo. Aún así, Blair se encuentra en peores aprietos que sus antecesores... Hasta ahora apoya incondicionalmente al presidente Bush. Pero el riesgo consiste en que termine en el ingrato papel de secundar, en lugar de liderar como lo hizo Margareth Thatcher en relación con Ronald Reagan. Muchos critican a Blair por respaldar a Bush en su política aventurera. La esperanza radica en que logre hacer valer su influencia e inducir a la moderación".

Una oportunidad para la diplomacia

El rotativo suizo Berner Zeitung, de Berna, se refiere a la pugna sobre la inspección de los palacios de Saddam Hussein y apunta: "La mayor parte de la comunidad internacional probablemente apoyará los acuerdos alcanzados en Viena. El común denominador sería: más vale algo de inseguridad con respecto a los arsenales iraquíes que una guerra; más vale dar una oportunidad a los inspectores, que arriesgarse a un conflicto que agrandaría la brecha entre Occidente y el mundo islámico y hundiría aún más a la economía mundial. Tras el acuerdo entre Irak y la ONU, será más difícil para Bush y Blair encontrar aliados con los que llevar adelante su estrategia. Para la diplomacia, en cambio, se presenta una oportunidad".