¡El movimiento pacifista vive!
11 de noviembre de 2002En Florencia se dieron cita del 6 al 9 de noviembre del 2002 los opositores de la globalización, en el primer Foro Social Europeo. Se calcula que fueron 40.000 las personas que en diferentes foros y rondas de discusión buscaron una alternativa a la globalización neoliberal. El encuentro se realizó bajo el lema de "podemos lograr una Europa diferente". La meta de los participantes fue recordar a los gobiernos europeos la responsabilidad que tienen para un desarrollo equilibrado de los derechos humanos, alimentación, salud y educación.
Al final del encuentro se realizó una manifestación a la que acudieron cerca de medio millón de personas. Críticos de la globalización y miembros de organizaciones pacifistas de toda Europa viajaron a la ciudad de Florencia para participar en esta manifestación. El número de participantes superó con creces hasta las expectativas más optimistas de los organizadores.
Renace el movimiento pacifista
En Florencia se registró una movilización ejemplar en contra de la guerra. Mientras que en otras partes del mundo todos parecen asumir sin críticas una posible guerra contra Irak a la vez que crece el apoyo a la política del presidente estadounidense Geroge Bush, en Florencia se dieron cita miles de personas que prefieren la vía pacífica y la negociación para resolver los problemas de la humanidad.
El tema sobre la guerra contra Irak fue predominante. A lo largo de los 4 días que duró el foro se pudieron leer pancartas y carteles contra la guerra contra el régimen de Saddam Hussein que afectaría especialmente a la población iraquí. Los participantes indicaron que existen otras alternativas a una intervención armada por parte de las fuerzas estadounidenses.
Crítica a la socialdemocracia europea
No sólo fueron grupos de izquierda los que participaron en el Foro Social en la ciudad italiana. También hubo grupos eclesiásticos, sindicalistas e incluso el movimiento ecologista estuvo presente. Llegaron de toda Europa, pero especialmente de Alemania, Francia, España y Gran Bretaña. Todos ellos hicieron fuertes críticas a la socialdemocracia europea, que no se ha confrontado de forma ofensiva a la disyuntiva de paz o guerra y ha optado por hacerse de la vista gorda, según se escuchó repetidamente en Florencia.
Más allá de la disyuntiva "paz o guerra" en este primer gran foro social en suelo europeo, se trataron otros temas sociales, como por ejemplo el desempleo, la exclusión de minorías y también las sombras de la globalización económica.