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Schengen: libre circulación, pero más controles que nunca

13 de diciembre de 2024

El espacio Schengen se amplía en enero con Rumanía y Bulgaria. En algunos países, los controles siguen vigentes. Alemania, por ejemplo, apuesta por los controles hasta que haya una mejor distribución de refugiados.

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Señales de circulación y letrero con el nombre Schengen.
En este pueblo luxemburgués se firmó el acuerdo sobre el espacio Schengen.Imagen: picture alliance/Caro

En junio de 2025 habrá una gran fiesta en el pueblo de Schengen, en Luxemburgo. Allí, junto al río Mosela, se halla la frontera con Alemania y Francia. El 14 de junio de 1985, en este triángulo fronterizo, los ministros de los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Francia y Alemania firmaron un acuerdo sobre el espacio de libre circulación. En la actualidad, incluye a 25 Estados de la UE, además de Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein.

Pero la fiesta de junio en Schengen para celebrar las cuatro décadas de vida del acuerdo podría verse empañada. El ministro del Interior de Luxemburgo, Leon Gloden, se queja de la introducción de controles fronterizos aleatorios debido al gran número de inmigrantes. "Schengen es uno de los mayores logros de la UE. No debemos permitir que las fronteras vuelvan a fijarse en la mente de la gente", critica.

Más controles que nunca

2024 es el año con más controles fronterizos en las fronteras interiores desde que se fundó el espacio Schengen hace casi 40 años. El país de tránsito más importante de la UE, Alemania, reintrodujo controles en todas las fronteras terrestres con sus nueve países vecinos.

Desde 2015, se realizan controles en la frontera sur de Alemania con Austria para disuadir a los inmigrantes que llegan por la ruta de los Balcanes.

Francia también realiza controles fronterizos desde 2015, también por la amenaza del terrorismo. Los extranjeros sin documentos válidos o con prohibición de acceder al país debido a delitos, son rechazados en las fronteras internas. Las personas que soliciten asilo directamente en la frontera son trasladadas a un alojamiento. Según la legislación europea, no es posible rechazar directamente a las personas que piden asilo. 

El lunes pasado (9.12.2024), los Países Bajos también introdujeron controles fronterizos para los viajeros procedentes de Alemania y Bélgica. Rumania y Bulgaria formarán parte del espacio Schengen a partir de enero.

La excepción es casi la regla

El Parlamento Europeo y la Comisión de la UE señalan repetidamente que los controles sistemáticos de personas en las fronteras interiores del espacio Schengen deben ser la "excepción absoluta" y sólo el "último recurso", como establece el Código de Fronteras Schengen.

Sin embargo, cada Estado miembro puede introducir controles fronterizos durante seis meses y debe informar de ello a la Comisión de la UE con una justificación válida. Los controles podrán ampliarse entonces hasta un máximo de dos o, en casos extremos, tres años. Para poder seguir alargándolos, hay que cambiar la justificación de por qué se quiere seguir aplicando controles fronterizos.

La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, anunció que "mientras las cifras (de migrantes) en Alemania sean tan altas, los controles se mantendrán. El espacio Schengen es de gran importancia para Alemania, pero también debe haber una mejor distribución de los refugiados". 

Faeser se refiere a las normativa de solicitud de asilo de la UE. Los solicitantes de asilo y refugiados deben ser aceptados en los países de entrada, pero esto no sucede, porque muchos inmigrantes siguen viajando desde Grecia, Italia, Croacia o España hacia el norte de la UE.

¿Para qué sirven los controles?

El impacto real de los controles en el espacio Schengen es controvertido. La Policía Federal, que tiene hasta 11.000 agentes de servicio, señala en sus estadísticas que decenas de miles de personas quisieron entrar al país sin permiso. Aproximadamente, se rechazó a la mitad en un primer momento y la otra mitad solicitó asilo. El sindicato de policías calcula que el número de personas, que logra entrar ilegalmente al país es mucho menor. Los controles sólo son posibles de forma selectiva en carreteras grandes, ya que Alemania tiene una frontera de 7.000 kilómetros, con muchas carreteras secundarias, dijo el jefe del sindicato de policía, Andreas Roßkopf.

La Policía sólo controla puntualmente una fracción de pasajeros de trenes para evitar atascos y retrasos. De vez en cuando, se expulsan autocares del sur de Europa, afirmó el presidente del sindicato, Roßkopf. Muchos conductores de autobuses conocen ahora los posibles puntos de control y circulan por carreteras más pequeñas.

El austriaco Magnus Brunner, responsable del espacio Schengen y nuevo comisario de Interior y Migración de la UE, opina que "tenemos que mejorar la seguridad en el espacio europeo y cumplir con los requisitos legales. Tenemos que trabajar para proteger mejor las fronteras exteriores para que la gente tenga la sensación de que nuevamente tenemos el control sobre quién entra".

(rmr/ms)

 

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