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Europa toda igual de cara

Andreu Jeréz12 de agosto de 2006

Un estudio del banco suizo UBS compara los precios de 122 bienes y servicios de 71 urbes de todo el mundo. El informe apunta a una reducción en las diferencias de los precios en la eurozona.

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Berlín, en el puesto 26.Imagen: dpa

La globalización ha traído consigo la comparación mundial en todos los campos de la vida. También en el de los precios y el poder adquisitivo. El banco suizo UBS ha publicado un estudio que revela cuáles son las ciudades más caras del mundo. Según el informe, que analiza los precios del coste de la vida (canasta básica) formada por 122 bienes y servicios, de un total de 71 urbes de todos los continentes, Oslo, Londres y Copenhague son las tres ciudades más caras del mundo, seguidas de cerca por Zúrich, Tokio, Génova y Nueva York.

La primera ciudad alemana que aparece en la lista elaborada por el banco suizo es Múnich, que ocupa el número 18 de la lista, seguida por Fráncofrt, en el puesto 23, y Berlín, en el 26.

Caros y carísimos

Uno de los datos más interesantes desde la óptica europea es la unificación de los precios en la zona comunitaria. Según el informe del UBS, la reducción de las diferencias de los precios de las diferentes ciudades europeas es un importante indicador de la integración de la zona euro.

La creación y desarrollo del mercado común y el lanzamiento de la moneda única europea han ayudado a esta reducción de las diferencias entre precios.

El Big Mac y el poder adquisitivo

Wal Burger in Japan
Muchas horas de trabajo para comerse una hamburguesa.Imagen: AP/Kyodo News

El informe utiliza un curioso bien para comparar las diferencias del poder adquisitivo de las ciudades analizadas. El estudio del UBS toma como referencia el número de horas trabajadas, necesarias para comprar una hamburguesa Big Mac, todo un símbolo de la globalización económica y cultural de corte occidental.

En promedio se requieren 35 minutos de trabajo para poder comprarse una Big Mac, pero visto por países las diferencias son enormes.

Mientras que en Nairobi se tiene que trabajar una hora y media para poder comerse esta hamburguesa, en Los Ángeles, Nueva York o Chicago se requieren sólo 13 minutos. Por los altos costos de producción en Suiza o los países escandinavos se tiene que trabajar entre 15 y 20 minutos para poder darle una mordida a un Big Mac.

Si echamos un vistazo a los últimos puestos de la lista que establece las horas que hay que trabajar para comerse un hamburguesa, Bangkok, Delhi, Manila y Yakarta los ocupan.

Asiáticos laboriosos

Los empleados asiáticos logran compensar sus salarios bajos con más horas de trabajo. Y en promedio trabajan mucho más que sus contrapartes en las grandes metrópolis europeas. Mientras que los asiáticos trabajan una media de 2088 horas anuales, en París trabajan sólo 1480 horas al año y en Berlín 1610.