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Evacuada en tres días la “jungla de Calais”

26 de octubre de 2016

En Francia se desmanteló el mayor campamento ilegal de inmigrantes. En tres días se evacuó a los más de 6.000 ocupantes de la “jungla de Calais”. Éstos fueron trasladados a albergues en diversas zonas del país.

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Imagen: Reuters/P. Wojazer

Los últimos extranjeros de Calais partieron del campamento a primera hora de la tarde espantados por el fuego que se declaró en varios puntos del poblado y que poco a poco fue ganando buena parte de las chabolas que durante 18 meses han acogido a inmigrantes que buscaban pasar clandestinamente al Reino Unido.

La prefecto (delegada del Gobierno) de Calais, Fabienne Buccio, declaró el final de la evacuación y aseguró que toda la "jungla" estaba deshabitada, lo que permitió el inicio de su destrucción física con excavadoras pesadas.

Sin embargo, un millar de inmigrantes seguían sin pasar por el centro de inscripción levantado junto al campamento por las autoridades, el paso administrativo necesario para poder ser trasladados a uno de los 450 albergues propuestos por el Gobierno galo.

Unas mil personas se rehúsan a ser registradas

La euforia inicial de la prefecto fue matizándose a medida que avanzó la tarde, porque el campamento de Calais volvía a albergar a inmigrantes. Las cifras oficiales sostienen que Francia ha trasladado a más de 4.400 inmigrantes y ha recibido en el centro de acogida de Calais a 1.200 menores. Quedan un millar de inmigrantes cuyo destino no ha dejado huella en los registros oficiales franceses.

Según las asociaciones -que incluso hablan de un mayor número de extranjeros en la "jungla", más de 8.000-, muchos de ellos tratan de reinstalarse en el campamento o en los aledaños. Esa proximidad ha convertido a la región en un polo de atracción de inmigrantes que, a lo largo de los años, se han ido asentado en diferentes campamentos de fortuna.

La "jungla", consecuencia de la oleada de refugiados de los últimos años, estaba esencialmente compuesta de afganos, sudaneses y eritreos, cuyos países están golpeados por la inestabilidad y la pobreza.

Apremiado por la derecha y la ultraderecha, el presidente, François Hollande, anunció que la desmantelaría antes de que acabara el año, pero frente a las exigencias de las organizaciones humanitarias se comprometió a albergar a todos sus integrantes. Cuatro inmigrantes afganos fueron detenidos como presuntos responsables del fuego que devoró buena parte de la "jungla".

JOV (efe, France24)