Fukushima: la remoción de las barras de combustible
El primer paso para desmantelar la planta nuclear de Fukushima, en Japón, consiste en remover las barras de combustible de los tanques de almacenamiento.
La mayor fuente de peligro
Los operadores de la planta nuclear en Fukushima se enfrentan a su mayor reto, desde la catástrofe atómica, en 2011: la remoción de las barras de combustible del reactor número cuatro. Junto con el agua contaminada, éstas son consideradas la mayor fuente de peligro, porque la desintegración radioactiva continúa. En caso de que falle la refrigeración, se podría producir una fusión del núcleo.
El reactor número cuatro
En 2011, un terremoto, seguido de un tsunami, devastó la planta nuclear de Fukushima Daiichi. En los reactores uno a tres se produjo una fusión del núcleo. Como el reactor cuatro estaba siendo inspeccionado, las barras de combustible fueron almacenadas en su tanque. Inmediatamente después de la catástrofe, la refrigeración de éste amenzaba con fallar.
Tanque de almacenamiento
Pasaron semanas antes de que se pudiera garantizar la refrigeración del combustible. Sin embargo, hasta la remoción de las barras, que inició este lunes (18.11.2013), la refrigeración fue provisional. Originalmente, la operación estaba planeada para llevarse a cabo en abril de 2013. No obstante, surgieron cada vez nuevos problemas que aplazaron su comienzo.
La grúa
Con la ayuda de una grúa especial, los trabajadores deberán remover 1.500 barras de combustible del tanque de almacenamiento. Debajo del agua, 22 barras son introducidas en un contenedor especial. Esta delicada tarea lleva dos días por contenedor.
Contenedor especial
Después, un camión traslada el contenedor con las barras a un edificio que se encuentra a aproximadamente 100 metros de distancia. Allí, el material altamente radioactivo será almacenado en un tanque seguro, según afirma el operador Tepco.
Barras de combustible
Tepco estima que la remoción de las barras de combustible llevará un año. Expertos advierten que hasta los errores más pequeños podrían tener consecuencias fatales y aplazar el desmantelamiento de la central nuclear.
Región contaminada
Aunque se logre desmantelar completamente la planta nuclear, dentro de 30 a 40 años, el regreso de los antiguos habitantes, de las regiones más afectadas alrededor de Fukushima, parece casi imposible. A principios de noviembre de 2013, el Secretario General del Partido Liberal Democrático de Japón, Shigeru Ishiba, exhortó a su gobierno a decirle la verdad a las personas.