Ayuda para las víctimas de las inundaciones en Nürburgring
18 de julio de 2021Miles de aficionados de las carreras autmovilísticas ya habían marcado del 15 al 17 de julio en sus calendarios. Para muchos, las carreras de camiones son las mejores del deporte y en Nürburgring se suponía que se iba a celebrar estos días el campeonato europeo.
Era también fue el punto culminante del año para Ferry, un neerlandés que trabaja en el evento. Pero llegó la inundación y no se lo pensó ni un segundo. Por supuesto que se quedaría a ayudar.
"Soy un fanático de las carreras y por supuesto había imaginado que mi fin de semana iba a ser diferente. Pero, en momentos como este, todo lo demás es secundario, ahora ayudar es la máxima prioridad". El miércoles, Ferry había viajado 200 kilómetros desde Hamm y estaba en la caja de un supermercado en Ahrweiler cuando el desastre empezó. El hombre acababa de llegar al campamento en Nürburgring, todavía medio seco, cuando le pidieron ayuda. Ahora está entre los muchos estantes con jugos, margarina y agua, y como cientos de otros voluntarios echa una mano.
"Cuando hay una familia y la madre solo una toalla una toalla y el padre está en una bata casera con un niño de la mano, por fuerte que seas, solo lloras", dice Ferry visiblemente emocionado. "He pasado por algunas inundaciones en mi país de origen, pero nunca había visto algo así".
Cientos de aficionados al automovilismo intervienen como ayudantes
Simone Becker es también una entusiasta de las carreras como Ferry y ha estado peregrinando a Nürburgring por 20 años. El jueves a las 2:00 a.m. fue al centro de ayuda. Tampoco tuvo que pensarlo dos veces.
"Mi marido no preguntó nada, se puso al volante apenas llegó la primera llamada de ayuda", recuerda. "Tenemos una conexión muy fuerte con Nürburgring y ahora nos necesitan de manera diferente", explica. "Ahora estamos aquí para lo más importante, la solidaridad no tiene límite".
Becker coordina la ayuda entre los cientos de sacos azules de ropa seca, juguetes, cochecitos de bebé y víveres.
Su tarea más difícil es dar consuelo a la decena de afectados que se alojan al otro lado de la calle en un hotel. "Hablo con todos, también con los muchos voluntarios. Todos aquí tienen que digerir de alguna forma sus emociones. Y uno no tiene experiencia en esto", expresa.
Cuatro salas llenas de suministros de socorro
Un poco más allá, frente a los percheros de ropa se encuentra Alexander Gerhard, vocero de Nürburgring, quien parece estar abrumado por todos los voluntarios que muestran tanta solidaridad y voluntad de ayudar. El jueves en la tarde, él y su equipo decidieron instalar aquí un punto de recogida de ayuda y lo comunicaron rápidamente a través de las redes sociales.
"Y luego, en muy poco tiempo, una campaña de ayuda destinada a nivel regional para las inmediaciones se ha convertido en el punto nacional de recolección de donaciones", dice Gerhard, "aquí tenemos cuatro pasillos llenos de cosas, montañas y toneladas de ropa".
Personas de toda Alemania e incluso Suiza conducen hasta Nürburgring para entregar paquetes de ropa. Mientras tanto, Nürburgring tuvo que pedir que las donaciones se entreguen mejor a otros puntos de recolección, solo se aceptan agua potable y alimentos. No hay sitio para más.
Debido a su ubicación estratégica, la policía, los bomberos y la organización de ayuda técnica también han establecido su centro de operaciones aquí. "Lo que está pasando aquí es extraordinario, sobre todo la disposición a ayudar es abrumadora. Todos dan lo mejor de sí. Esto es caridad en acción", dice Gerhard.
Atención pastoral a los afectados en el Hotel Nürburgring
Klaus Kohnz ha estado predicando precisamente esto durante 30 años como pastor en la localidad de Nürburg, Arhweiler, y las comunidades circundantes. Ahora está sentado en el vestíbulo del Hotel am Ring y espera su próxima asignación como pastor para los afectados por el desastre de las inundaciones.
"La mayor preocupación de la gente es dónde están sus familiares. Luego, por supuesto, la incertidumbre de si alguna vez podrán volver a vivir en su casa. Y la cuestión de cómo continuarán las cosas profesionalmente. Vidas enteras se han visto sacudidas", lamenta.
El pastor está familiarizado con los desastres por inundaciones. La casa de sus padres cerca del río Mosela ya se ha inundado varias veces debido a las crecidas del río, dice, pero nada es ni remotamente comparable a esto. Las personas mayores, en particular, buscan su consejo.
"Por un lado, están completamente estresados por todas las terribles experiencias y por otro ahora también están completamente agotados físicamente. Muchos de ellos también han perdido los números de teléfono móvil de sus familiares".
En la noche, Kohnz va a su parroquia de origen para un servicio religioso y mañana estará de regreso aquí en Nürburgring puntualmente en la mañana, como todos los demás voluntarios. "La necesidad le toca la fibra a la gente. Y grandes catástrofes como esta gigantesca inundación acaban uniendo a la gente".
(lgc/rr)