La derrota del Bayern, una historia de diablos y campeones
28 de agosto de 2010Puede alegarse, y con plena justificación, que la derrota del Bayern München 0-2 ante Kaiserslautern carece de relevancia. Después de todo, estamos apenas en la segunda jornada de la Bundesliga y en un momento en el cual los equipos distan de presentarse en su mejor nivel.
Sin embargo, algunos aspectos llaman la atención y darán mucho de qué hablar en cuanto al partido que los campeones alemanes jugaron como visitantes en casa de los "diablos rojos", recién ascendidos de la segunda división.
Una ausencia notoria
El primero es sin duda alguna el "caso Demichelis". Con su particular estilo, recio e implacable, "El general" Louis van Gaal decidió abrir el camino para la salida del central argentino que había sido titular prácticamente indiscutible desde hace tres años. El técnico holandés comenzó la campaña empeñado en promover al joven alemán Diego Armando Contento, surgido de las fuerzas inferiores del Bayern, como lateral derecho. Ello le representaba un problema: mover a Holger Badstuber –novato a pesar de su experiencia mundialista en Sudáfrica- a cubrir la defensiva central junto con Daniel van Buyten, protégé incondicional de van Gaal.
Todo esto implicaba sacrificar a Martín Demichelis. Éste había cometido errores repetidos tanto con el Bayern como con la selección de su país, en Sudáfrica. Pero el proceder de van Gaal dejó pasar otro hecho verificable: las falencias en la zona defensiva central del campeón germano no son obra exclusiva del argentino. Basta recordar el segundo gol de la la final de la Champions League, en el que Daniel van Buyten se vio como un defensor lento y carente de recursos.
Una apuesta cara
Como quiera que sea, para el nuevo torneo, van Gaal apostó claramente por van Buyten y Badstuber y ello costó uno de los dos goles que el Bayern encajó frente a Kaiserslautern (el primero fue un disparo precioso de Ilicevic desde fuera del área, dejando al portero Butt sin oportunidad).
La combinación defensiva van Buyten-Badstuber ya se había visto mal en el partido de la primera jornada contra Wolfsburgo, en el cual Edin Dzeko le ganó el salto a ambos para anotar el solitario gol de los "lobos verdes". Así, surge inevitablemente la duda de si el empecinamiento de van Gaal impulsó, con el destierro de Martín Demichelis, un remedio peor que la enfermedad.
Falta hambre de gol
Pero la derrota del Bayern tiene otro componente. Para hacer goles, el equipo sigue dependiendo de genialidades como las de Arjen Robben en el torneo anterior, o de prodigios de esfuerzo como el gol con el que Bastian Schweinsteiger selló la victoria ante Wolfsburgo, en la jornada 1. Ni Mario Gomez ni Miroslav Klose dan una garantía permanente de contundencia.
Van Gaal ve el remedio en Thomas Müller, pero éste, pese a su enorme talento, también es joven y neutralizable. Parte de la fórmula empleada ayer por el Kaiserslautern consistió en anular al campeón goleador de Sudáfrica, ante lo cual el Bayern se quedó sin ideas.
El otro recurso de "El general" recae en el croata Ivica Olic, que viene saliendo de una lesión y aún no encuentra el ritmo preciso. De todos modos, los bávaros siguen teniendo problemas a la hora de concretar y ése es otro de los asuntos urgentes que van Gaal y los directivos del Bayern deberán analizar con cuidado.
Por lo pronto, será todo un reto explicar cómo un equipo recién ascendido de la segunda división logró desequilibrar un sistema defensivo que van Gaal había alabado con tanta vehemencia. Y sobre todo, rendir tales cuentas sin que la defenestración de Martín Demichelis sea vista como un error.
Kaiserslautern le enseñó al Bayern München que no puede esperar a que Robben y Olic se recuperen. Pero sobre todo, los "diablos rojos" dejaron en claro a los campeones que deben tapar de una vez por todas las grietas defensivas. No será tarea fácil. Algunas de estas carencias fueron creadas por decisiones, a veces necias, del propio Louis van Gaal.
Autor: Enrique López Magallón
Editor: Emili Vinagre