La encrucijada europea
26 de febrero de 2003El periódico Le Soir, de Bruselas, analiza la situación en que se encuentra el gobernante británico en los siguientes términos: "La caricaturización pro-estadounidense crispa a Tony Blair, tanto más teniendo en cuenta que desde su llegada al poder, en 1997, ha demostrado ser un gobernante pro-europeo... Desgarrado entre sus posturas pro-estadounidenses y sus convicciones pro-europeas, ante la Cámara de los Comunes le resultó difícil no acentuar aún más las discrepancias en Europa. Con palabras apenas veladas, hizo escarnio de la nueva iniciativa germano-francesa".
Los intereses británicos
The Times, de Londres, sale en defensa de Blair con el siguiente editorial: "Imagine dónde estaría hoy Gran Bretaña si el primer ministro se hubiese aliado con Alemania y Francia. Imagine la situación en que se encontraría el país, si Blair hubiera dado señales de aprobación a Washington, pero le hubiera negado un respaldo real. Estados Unidos ya habría derrocado a Saddam en agosto. El Consejo de Seguridad de la ONU, en el que este país tiene un asiento permanente, no habría sido más que un observador, las otrora cálidas relaciones políticas entre Estados Unidos y Europa se habrían congelado y la OTAN se habría visto reducida a un resabio de la guerra fría. Difícilmente ello habría servido a los intereses británicos. Blair lo evaluó correctamente".
El dilema de París
El diario romano La Repubblica dedica, por su parte, un comentario a la encrucijada en que se encuentra el presidente francés. "Se avecina un desenlace muy estrecho, y París intenta febrilmente sortear la trampa en la que podría caer. En este contexto, para Francia es importante evitar que Estados Unidos y Gran Bretaña consigan 9 de los 15 votos del Consejo de Seguridad. Si no lo logra, Jacques Chirac se encontrará en el peor momento de su larga carrera política: tendrá que decidir entonces entre abstenerse o interponer un veto. Es decir, tendrá que optar por dar la espalda a la opinión pública o desencadenar una crisis sin precedentes con Estados Unidos".
Halcones y palomas
En Alemania, el matutino Neue Osnabrücker Zeitung analiza la división imperante en torno a la crisis Iraquí: "La pugna al interior de la Alianza atlántica apenas si se puede explicar racionalmente. Se provoca y se polemiza, como si se tratara de países hostiles y no de aliados de largos años. Un ejemplo: Tony Blair. El primer ministro se excedió en el tono, al rechazar la prolongación de las inspecciones demandada por Alemania, Francia y Rusia, calificándola de absurda. Ciertamente puede uno preguntarse si Saddam Hussein merece otra oportunidad para el desarme. Pero se debería debatir al respecto con calma y desapasionadamente porque, de lo contrario, aumenta el peligro de tomar decisiones erróneas. Además, la OTAN destruye su base política si se divide de forma tan evidente en halcones y palomas".