La nueva armada alemana
El ministro de Defensa alemán, Peter Struck, ya puso su plan de ahorro sobre la mesa. La reducción del presupuesto para la defensa en Alemania parece ser un hecho que puede producir más consecuencias de las que a priori parece.
Recortes, recortes y más recortes
El ahorro previsto por el ministerio asciende a un importe de 26.000 millones de euros en los próximos años. En el plan presentado, los recortes afectan principalmente al número de tropas que se reducirá de los 285.000 soldados actuales a los 250.000. Las tropas se dividirán en fuerzas internacionales, fuerzas de paz y fuerzas de defensa.
Las actuales bases militares alemanas también notarán las reducciones. El ministerio de Defensa planea cerrar 100 de los 505 cuarteles militares. En este caso, las consecuencias económicas de la reducción del presupuesto se empezarán a notar ya que existen muchas familias en Alemania que trabajan para las instalaciones militares, que verán peligrar sus puestos de trabajo.
En materia de armamento, el ministro anunció también la reducción de las partidas destinadas a nuevos proyectos. Aunque matizó que se mantendrán los destinados a actuar en situaciones de amenaza. En el caso del Eurofighter, Struck manifestó que no tiene intención de recortar el gasto y mantiene invariable la cantidad de 180 unidades que el gobierno tenía previsto.
Defendiendo la economía
La reacción de la industria no se hizo esperar ya que esperan una situación de inestabilidad en los próximos años. Las empresas que suministran al Ejército alemán coincidieron en que primero tenían que esperar la lista de recortes antes de manifestar su postura.
La Asociación de la Industria Alemana (BDI) avisó sin embargo, de las consecuencias negativas que las reducciones podrían acarrear para el sector. Su portavoz, Helmut Harff, añadió: “Si el gobierno quiere tomar estas medidas, la participación alemana en la industria del armamento en toda Europa, puede perder peso”. El experto previno de que las empresas de alta tecnología militar de Alemania colgarán el cartel de “agotado”. En cualquier caso, Harff cuenta con una situación grave e insegura para el futuro de la industria bélica en el país. Harff, antiguo general de las fuerzas alemanas en Kosovo, concluyó criticando el proyecto y alegando que Alemania perderá en una década sus previsiones para la seguridad y convertirá su armada en un cuerpo insuficiente que sólo podrá utilizarse para llevar a cabo labores de protección y de ayuda. Solamente en caso de conflicto podrán responsabilizarse de tareas importantes.
EADS, el mayor grupo europeo armamento y aviación, declaró al respecto que sus intenciones no varían con los nuevos planes del gobierno. La compañía espera aumentar su facturación en el campo del armamento del 20 al 30%. También añadió que las nuevas medidas no afectaran a los buenos pronósticos previstos para este año.
La portavoz del fabricante de tanques Krauss-Maffei criticó sin embargo que su sector, la llamada “industria de sistemas terrestres”, notará los recortes en mayor medida que el sector del armamento aéreo. También la empresa Rheinmetall-DeTec se sumó a esta opinión.
Ante el programa de ahorro del estado alemán, todas las instituciones están tomando ejemplo pero los planes se enfrentan al dilema de si es más importante el bienestar de la hacienda pública o la seguridad nacional.