Las cabinas telefónicas desaparecen del paisaje en Alemania
Durante décadas, las cabinas de color amarillo, más tarde magenta, formaron parte de ciudades y pueblos alemanes. Entre tanto, se han quedado obsoletas, y los teléfonos dejarán de funcionar.
Ya no son necesarias
Desde noviembre de 2022 ya no se podía telefonear con monedas y, a partir de febrero de 2023, la empresa de telefonía Telekom no permitirá llamar más con tarjeta desde la cabinas teléfonicas amarillas. Hace años, esa decisión habría causado una oleada de protestas, pero en la era de la telefonía móvil, mucha gente, o desconoce la información, o no le concede importancia.
Las primeras cabinas telefónicas
La cabina telefónica tiene una larga historia: el primer "quiosco telefónico" se instaló en Berlín en 1881.En la imagen, una "estación telefónica" de 1927 frente a la Iglesia de Jerusalén, en Berlín-Mitte. Entonces había mucha demanda, y las cabinas telefónicas pasaron pronto a formar del paisaje urbano. A partir de 1946, todas eran amarillas.
El fin de una era
La imagen de la foto es típica de la década de 1990. Entonces había más de 160.000 en toda Alemania, equipadas con guías telefónicas gruesas, que colgaban de un dispositivo giratorio. Las cabinas fueron administradas por la empresa estatal de correos Bundespost, después por Telekom. En las horas punta se solían formar colas.
Telefonear en la RDA
En la RDA, los ciudadanos, como esta pareja de recién casados, en Leipzig, en 1984, dependieron mucho más del teléfono público, porque tener teléfono propio era un lujo en la República Democrática Alemana que solo unos pocos podían permitirse.
Reliquia de cabina telefónica
"Si casi todo el mundo tiene un celular en el bolsillo, no tiene mucho sentido mantener una costosa infraestructura pública", dijo un portavoz de la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios. Y, en principio, tiene razón: según Telekom, una gran parte de estas cabinas, como esta, en Bergisches Land, al este de Colonia, están ubicadas en lugares sin funcionar, o se usan como librerías públicas.
De cabina a biblioteca
Desde principios de agosto de 2020, la ciudad de Lauter-Bernsbach tiene una minibiblioteca junto al ayuntamiento. Esta es una cabina telefónica reformada, que se encontraba en el mismo sitio. El alcalde de la ciudad, Thomas Kunzmann, deseaba conservar la última cabina telefónica del lugar. La oferta tiene buena acogida entre los habitantes.
Sin usar, o en mal estado
La cabinas como librerías funcionan mucho mejor que las cabinas telefónicas sin un uso determinado. Casi una de cada tres cabinas telefónicas no facturó ni un euro en 2022. A eso se suman los altos costos operativos debido al vandalismo y al alto gasto de energía de una tecnología, en parte, obsoleta. Hace tiempo que se alcanzó el límite de rentabilidad, según Telekom.
En el cementerio de cabinas telefónicas
A pesar del escaso beneficio económico, al principio, Telekom no podía desmontar cabinas telefónicas, porque por ley los teléfonos públicos eran su responsabilidad. Eso cambió con una enmienda de la Ley de Telecomunicaciones, a fines de 2021. Ahora muchas terminan en cementerios de cabinas telefónicas, como en la imagen, en Michendorf, Brandeburgo.
Nueva técnica en vez de cabinas telefónicas
Según Telekom, las cabinas telefónicas clásicas ya no existen. Desde 2018, se han mantenido alrededor de 12.000 columnas telefónicas. Hasta principios de 2025, todas habrán desaparecido. Telekom quiere usar el espacio para la tecnología moderna: se construirán pequeñas celdas con antenas diminutas, que ampliarán las señales de los teléfonos celulares y mejorarán la recepción de los móviles.