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Laxa política monetaria mundial: desequilibrios y riesgos

Pablo Kummetz24 de agosto de 2005

La política monetaria expansiva en casi todo el mundo fomentó en los últimos años el crecimiento económico, pero ha creado grandes riesgos en los mercados financieros y patrimoniales.

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Dólares y euros: ¿quién le pone el cascabel al gato de los intereses?Imagen: AP


Así lo afirma el Banco Internacional de Pagos (BIS), con sede en Basilea, en su último informe anual.

Las experiencias históricas permiten afirmar que bajas tasas de inflación no son una garantía para las estabilidades financiera y macroeconómica, dice William White, economista jefe del BIS, en una entrevista publicada por el diario alemán FAZ.

Agrega que en todos los países industriales y en Asia, el interés real ronda el cero por ciento desde hace algunos años. "La política monetaria expansiva es un fenómeno global", agrega, "y ello es algo singular". A ello se añade que, según White, en algunos países se registra desde la segunda mitad de los años 90 un alto crecimiento del volumen de crédito.

¿Puede llevar ello a una crisis? Con seguridad, explica el economista, porque cuando con el dinero no se compran bienes y servicios, sino que se destina a inversiones financieras, su precio puede subir más de lo justificado, lo que inevitablemente termina más tarde en una caída.

Precios que suben

Entre los precios que suben, White ve la cotización de los bonos a largo plazo, las primas por riesgo de empréstitos empresariales y deudas de países emergentes, las cotizaciones de las acciones y también los precios de los inmuebles: en casi todo el mundo, salvo Alemania y Japón, se registra un fuerte aumento de los precios de los bienes inmobiliarios.

Ello es preocupante, explica el experto, porque existe la tendencia a tomar crédito sobre una base hipotecaria y gastarlo en bienes de consumo. Sobre todo en los países anglosajones –en EEUU, Gran Bretaña y Australia– ha sucedido en grandes proporciones.

En momentos en que la economía crecía poco, ese fenómeno era bienvenido, acota White, pero advierte que un aumento de los precios de los inmuebles no debe confundirse con un aumento del patrimonio, porque los precios pueden volver a caer, pero las deudas de quienes tomaron créditos sobre esa base permanecen constantes. "Lo preocupante", agrega, "es que se trata de un fenómeno mundial".

Conflictos entre objetivos

¿Cuáles deben ser entonces las consecuencias para la política monetaria? "No existe una respuesta unívoca", según White, "porque siempre se registran conflictos entre diversos objetivos: medidas con que se acomete un problema de corto plazo pueden tener consecuencias negativas a largo plazo. Lo importante es que la política monetaria tenga en cuenta los desequilibrios en la toma de decisiones".

¿De qué desequilibrios se trata concretamente? Para White, una serie de indicadores divergen actualmente de sus valores históricos: en primer lugar los aumentos de precios citados, luego es de destacar también que la tasa de ahorro desciende fuertemente en muchos países industriales, salvo Europa. En los EEUU es actualmente de cero, destaca White. En China, por otra parte, la tasa de inversiones ronda el 50% del PIB, lo que para el experto tiene visos increíbles.

"La mayor parte de las inversiones chinas tiene su origen, sin embargo, en decisiones políticas de gobiernos provinciales o empresas estatales, lo cual permite suponer que muchas de ellas serán ineficientes. Y otra cosa: en China, el volumen total de crédito asciende al 160 por ciento del PIB, mientras que usualmente es del 30 o 40 por ciento".

Desequilibrios en las balanzas de pago

Y finalmente, agrega, otro de los problemas son los grandes desequilibrios en las balanzas de pago: "Casi todos los grandes países tienen superávit en la balanza de pagos, salvo EEUU. El resto de los países debería tomar medidas para reducir esos superávit.

¿Pero cómo? En Europa habría que aflojar las políticas monetarias y fiscal, es decir, bajar los intereses y aumentar el gasto del Estado, pero ¿cómo hacerlo en tiempos en que los precios de los inmuebles aumentan desmesuradamente y los Estados tienen grandes problemas presupuestarios?"

Lo más fácil parece ser entonces que se tomen medidas en EEUU. "Efectivamente", concluye White, "viendo sus desequilibrios internos y externos, está claro que EEUU debe aplicar una política monetaria más restrictiva. La Reserva Federal ya la ha comenzado, pero preocupada por las consecuencias de más altos intereses para los mercados financiero e inmobiliario, sólo puede hacerlo paulatinamente.

La vía más fácil y menos peligrosa sería una política fiscal más estricta, es decir, que EEUU reduzca los gastos del Estado. Ello quitaría la presión sobre la política monetaria". ¿Estará EEUU dispuesto a dar ese paso? Ésa es otra cuestión.

El Banco Internacional de Pagos es una institución financiera internacional que nació en las primeras décadas del siglo XX (17 de Mayo 1930), para facilitar las compensaciones bélicas de la primera guerra mundial y que luego ha evolucionado con los tiempos cumpliendo una variedad de funciones de cooperación financiera en la economía global.

Está formado por unas 30 instituciones financieras, tanto bancos centrales como autoridades monetarias, que son miembros accionistas. El BIS provee, además de la cooperación financiera, una serie de servicios de mercado en relación con las reservas internacionales y ha abierto en los últimos años oficinas en Asia (Hong Kong) y América Latina (México).