Una tarjeta de crédito pesa 5 gramos: es la cantidad de microplástico que consumimos por semana. Al no ser biodegradable, la basura plástica solo se descompone en fragmentos microscópicos que van a parar a la atmósfera, mares y océanos. Los animales los absorben o ingieren, y así es como los microplásticos forman parte de nuestra dieta.