Multa y libertad vigilada para Peter Hartz
25 de enero de 2007Dos vistas orales y 576.000 euros es lo que ha costado al ex directivo de Volkswagen, Peter Hartz, su participación en el escándalo de corrupción, viajes de placer y servicios sexuales a costa del consorcio automovilístico.
La condena es el resultado de un acuerdo previo al proceso entre la fiscalía y la defensa. La Audiencia Provincial se atuvo a la condena solicitada por la fiscal encargada del caso, Hildegard Wolff, quien había considerado adecuada una pena de dos años de libertad vigilada y una sanción correspondiente a 360 jornadas de trabajo de Hartz. El abogado del acusado, Egon Müller, había anunciado que la defensa no se opondría a la solicitud de la fiscalía.
El precio del carisma
En respuesta el acusado aceptó las acusaciones de abuso de confianza, así como el soborno con pagos extraordinarios millonarios al ex presidente del comité de empresa Klaus Volkert y su amante Adriana Barros, por casi 2 millones de euros.
Egon Müller indicó que su cliente afirmó ante el tribunal que puesto que se debían tomar decisiones importantes y estas sólo se podían lograr con la aprobación del comité de la empresa se compró la simpatía de Volkert que contaba con gran carisma y la facultad de movilizar a miles de personas.
Hartz sostuvo que el actual director del Consejo de Vigilancia y entonces presidente de Volkswagen, Ferdinand Piëch, no tuvo nada que ver con los pagos de los cuales el asume la responsabilidad total.
Este proceso es la primera sentencia en relación al escándalo. Mientras que se espera el resto de procesos relacionados con el caso, en Alemania cobra fuerza la polémica en torno a una doble moral del sistema jurídico.
¿Dejan correr a los grandes?
No es la primera vez que audiencia, fiscalía y defensa llegan a acuerdos que acaban con penas de libertad vigilada y multas millonarias. No se olvida el Porceso Contragan en la década de los sesenta contra la empresa químico farmacéutica Grünenthal por el perjuicio a no nacidos; el escándalo entorno a Karl Flick y donaciones millonarias a partidos, o tan sólo hace unos meses, el Caso Mannesmann, que acabó sin veredicto y un pago cercano a los 5,8 millones de euros.
Uso difundido
La Ministra de Justicia alemana, Brigitte Zypries, explicó que los acuerdos negociados son un uso muy difundido en los procesos, pero hizo hincapié en que nunca se permitirá comerciar con la justicia. Indicó que se planea incrementar la transparencia en el caso de acuerdos entre fiscalía, audiencia y defensa. En el futuro, según información publicada por el diario Frankfurter Rundschau, se demandará que quede documentado en acta tanto las negociaciones como los resultados, en un intento por evitar que se cree la impresión de que el Estado se deja comparar.