Murió Heidi, la zarigüeya bizca
28 de septiembre de 2011“Heidi, la zarigüeya bizca, cerró sus ojos para siempre”. Así lo anunció este miércoles el zoológico de Leipzig, donde este marsupial era un verdadero imán que atraía a numeroso público. No sólo en Alemania cundió de inmediato la tristeza por la muerte de esta “estrella” de la mirada estrábica, que había conquistado corazones también más allá de las fronteras nacionales.
Estrella en Facebook
333.000 amigos tenía Heidi en las redes sociales y, al conocerse su muerte, en menos de una hora ya podían encontrarse más de 1.200 comentarios. Sus admiradores abrieron en Facebook una página con el título “R.I.P. Heidi – we will always love you”. Y hasta el Washington Post publicó de inmediato la triste noticia en su página de Internet.
¿Qué añoranzas de ternura u otras razones se esconden tras la inmensa popularidad alcanzada en el último tiempo por animales que, como Heidi, cautivaron a miles de personas en el mundo? Sicólogos, estudiosos de los medios de comunicación y quizá hasta sociólogos podrían ser los apropiados para buscar las respuestas.
Por el bien del animal
Pero el fenómeno es real. Y no sólo se ha traducido en un aumento de la afluencia de público a los zoológicos, sino que también ha servido para hacer negocios, por ejemplo con peluches de Heidi o del entretanto también desaparecido oso Knut, quien llegó incluso a convertirse en símbolo para una campaña contra el cambio climático.
El director del zoológico de Leipzig, Jörg Junhold, aseguró que en todas las situaciones se tuvo presente, en primer lugar, el bien del animal. Y eso fue lo que primó también ahora, cuando hubo que tomar la decisión de sacrificarlo. Heidi, de tres años y medio, manifestaba desde hacía semanas síntomas propios de su edad, muy avanzada para una zarigüeya. Sufría de artritis y ya casi no se movía. La terapia especial a la que se la sometió, con vitaminas y medicamentos, no dio resultado y los encargados decidieron ahorrarle más sufrimientos.
Autor: Emilia Rojas
Editor: Enrique López