Niños alemanes se escapan para casarse en África
7 de enero de 2009Buscando el sol, Mika y Anna-Lenna, de seis y siete años respectivamente, acompañados por la hermanita de Anna-Lenna, de cinco años, decidieron irse de viaje hacia el continente africano. Pero eso no es todo: también pensaban contraer matrimonio, según informó el oficial de policía Holger Jurezcko.
Mika y Anna-Lena “están muy enamorados y decidieron que querían casarse en África porque allí hace calor”, dijo el policía. La hermanita de Anna-Lena iba a ser testigo de la boda.
Se les ocurrió viajar a África y casarse allí después de escuchar los relatos de Mika acerca de las vacaciones que había pasado con su familia en Italia recibiendo al Año Nuevo. Para convencer a las niñas, Mika les aseguró que en África el clima iba a ser aún más cálido, dijo Jurezcko.
Los niños salieron por la madrugada de sus casas, mientras sus padres aún dormían, y se dirigieron a los suburbios de Hannover, al norte de Alemania, llevando en sus pequeñas valijas sólo lo esencial: anteojos de sol, comida y trajes de baño.
Llegaron en tranvía a la estación central de Hannover, donde se subieron a un tren que los llevaría al aeropuerto. En dicho tren, la policía los abordó y los convenció de que sería difícil llegar a África sin dinero y sin pasaje de avión.
En lugar de a África, los llevaron al cuartel de policía, para que esperaran a que sus padres pasaran a buscarlos y llevarlos de regreso a casa.