No hay pruebas concluyentes de apoyo de Al Qaeda en 7-J
11 de mayo de 2006El documento, presentado por el nuevo ministro del Interior, John Reid, ante el Parlamento, es resultado de una investigación oficial sobre los ataques contra la red de transporte de Londres, en los que murieron 56 personas, incluidos los suicidas, y resultaron heridas más de setecientas.
El Ejecutivo de Tony Blair hizo público su esperado informe horas después de que se divulgase otro de una comisión parlamentaria en el que se atribuye a la falta de recursos la incapacidad de los servicios secretos para evitar los atentados.
Fue esa carencia la que llevó precisamente a los servicios secretos a no investigar en profundidad a dos de los terroristas suicidas.
Sin pistas concretas de Al Qaeda
En su informe, el Gobierno pone de manifiesto que no hay aún pruebas concluyentes para corroborar las afirmaciones de Ayman Al Zawahiri, número dos de Al Qaeda, en un vídeo emitido el 19 de septiembre pasado en el que considera un honor el lanzamiento por esa red terrorista de los ataques contra la capital británica.
Los autores del documento, de 41 páginas, tampoco han hallado pruebas concluyentes de la naturaleza del apoyo de esa organización a los cuatro suicidas. Sin embargo, señalan que el objetivo y el tipo de ataque responden al patrón típico de los atentados de Al Qaeda y los inspirados por la red.
Lo que sí parece demostrado es que los suicidas comenzaron a planear los atentados poco después de que dos de ellos, Mohammad Sidique Khan y Shezhad Tanweer, visitaran entre el 19 de noviembre de 2004 y el 8 de febrero de 2005 Pakistán, donde mantuvieron supuestos contactos con personas vinculadas con Al Qaeda.
Difícil protegerse
Los cuatro terroristas, que eran jóvenes británicos de origen paquistaní y jamaicano, actuaron motivados por "un feroz antagonismo" hacia lo que percibían como una injusticia de occidente contra los musulmanes y "un deseo de convertirse en mártires", según el informe.
"La disposición de esos hombres a recurrir a atentados suicidas para atacar objetivos civiles y vulnerables hace que sea doblemente difícil defendernos de ellos. Sé que éste no es un mensaje tranquilizador, pero es importante que seamos sinceros para protegernos eficazmente de esa amenaza", dijo Reid.
El ministro explicó que las bombas utilizadas en los atentados fueron fabricadas con materiales fáciles de conseguir y que requerían poca experiencia para su conversión en artefactos explosivos.
El costo total de los atentados fue inferior a los 12.000 euros, estimó Reid, que explicó que el informe descarta la existencia de un quinto terrorista suicida.
No se reabrirá investigación
El titular del Interior se comprometió a aprender las lecciones emanadas de los dos informes, pero descartó de nuevo abrir una investigación pública sobre los atentados por considerar que supondría malgastar recursos.
El otro informe, elaborado por la Comisión de Inteligencia y Seguridad de la Cámara de los Comunes, asegura que habría habido más posibilidades de evitar los atentados si se hubieran destinado más recursos a tiempo.
El documento confirma que Sidique Khan, de 30 años y autor del atentado cerca de la estación de Edgware Road, y Tanweer, de 22 que se inmoló en la de Aldgate East, habían sido investigados por los servicios secretos con anterioridad al 7-J.