Nueva York: monumentos para catástrofes que nunca ocurrieron
Monumentos para catástrofes ficticias: es el pasatiempo del artista neoyorkino Joe Reginella. Gracias a su laboriosa puesta en escena, la ficción se vuelve realidad.
Seis marineros secuestrados por alienígenas
Un remolcador informó sobre la caída de un objeto volador no identificado al sur de Manhattan. Cuando llegó la Guardia Costera, el barco había desaparecido sin dejar rastro. Se cree que la tripulación fue secuestrada por alienígenas. Ese hubiera sido el mensaje que habría dado la vuelta al mundo, si hubiera sido verdad. El artista Joe Reginella creó un monumento para este secuestro imaginario.
Una jugada sofisticada
Reginella ha pensado bien su historia. La placa de la estatua menciona al exalcalde de Nueva York, Edward Koch, fallecido en 2013. Además, el artista diseñó una página web, folletos turísticos, souvenirs, y un cortometraje sobre esta catástrofe ficticia, para presentarla de una forma más creíble.
¿Muy raro para ser verdad?
"Muchos turistas caen en el engaño", dice el artista Joe Reginella. Durante los fin de semana se puede apreciar la estatua en el sur de Manhattan. El artista la trae personalmente, ya que es fácil de trasportar con su automóvil. Además, Reginella no tiene un permiso de la ciudad para colocarla como monumento permanente.
El sobrino, una fuente de ideas
El monumento que conmemora a la tripulación secuestrada es la tercera obra de Reginella. Su primera obra de arte, de 2016, recuerda otra tragedia ficticia: un pulpo hizo zozobrar un ferry. La idea surgió de su sobrino, que quería saber si el ferry de Staten Island había sido atacado por un tiburón. Cuando el artista le contó que un pupo había hecho hundirse al transborddor, quedó fascinado.
Un pasatiempo para los pacientes
Joe Reginella, de 47 años, trabaja como escultor en producciones de televisión y en parques de atracciones. El artista puede trabajar en una estatua durante nueve meses. Sus amigos, también artistas, lo ayudan con la puesta en escena. Tiene una tienda web, en la que vende souvenirs de las tragedias inventadas. Y como si fuera poco, explica al público por qué estos sucesos no son tan conocidos.
A la sombra del asesinato de Kennedy
La horrible fuga de elefantes de circo (foto) ocurrió durante el Viernes Negro de 1929. Los alienígenas llegaron durante un apagón en 1977, y el ferry se hundió, al mismo tiempo que Kennedy era asesinado. Los monumentos “se han convertido en un punto de referencia en donde puedo crear, y el mundo lo puede disfrutar,” dice Joe Reginella.