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Trata de personas en “fábricas” de estafas por Internet

Julia Bayer | Lewis Sanders | Julett Pineda | Yu-Chen Li
30 de enero de 2024

Los que se rehúsan son torturados. Miles de personas son obligadas a estafar en línea a usuarios en todo el mundo desde el sudeste asiático. Una investigación de DW.

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Toma satelital del KK Park, "fábrica" de estafas por Internet y cárcel de personas obligadas a estafar en línea.
Toma satelital del KK Park, "fábrica" de estafas por Internet y cárcel de personas obligadas a estafar en línea.Imagen: Maxar Technologies provided by European Space Imaging

Los delincuentes atraen a miles de personas en busca de empleo y las obligan a estafar por Internet en todo el mundo. El Equipo de Investigación de DW viajó a la frontera con Myanmar para buscar a quienes están detrás de las estafas en línea.  

Judah Tana, que ayuda a quienes quieren fugarse, se acerca rápidamente en un jeep y las víctimas se suben al coche. "Por fin", suspira aliviado Lucas, mientras cae exhausto en el asiento trasero. Lucas, un hombre fornido de África Occidental, y los demás, llevan doce meses atrapados por traficantes de personas en una fábrica de estafas cibernéticas en Myanmar.

Aquí, en el sudeste asiático, miles de personas son víctimas de trata y llevadas a lugares clandestinos, donde se ven obligadas a estafar dinero por Internet a incautos en Europa, Estados Unidos y China.

Los estafadores son también víctimas de la delincuencia organizada

Aaron, que ahora está sentado junto a Lucas en el coche, procede del sur de África. Poco después de terminar sus estudios, fue contratado por una empresa de TI con sede en Tailandia. "Siempre había soñado con trabajar en el extranjero", dice más tarde. Sigue muy afectado, tiene que hacer largas pausas una y otra vez.

El supuesto empleador le envió un billete de avión a Bangkok y le recogió en el aeropuerto. "Nos llevó a mí y a otros dos hombres a un coche. Se suponía que el viaje era a un hotel". Pero nunca llegó allí. En su lugar, él y sus compañeros viajaron hacia el norte, al Moei, el río fronterizo entre Tailandia y Myanmar. Una vez allí, tomaron una barca y llegaron a una zona rodeada de altos muros y alambre de púa al otro lado: la fábrica de estafas "KK Park".

KK Park: famosa "fábrica" de fraudes de Myanmar

KK Park se encuentra en el sureste de Myanmar, en el estado de Karen, una región donde los insurgentes del pueblo Karen llevan décadas luchando por la independencia. Esta conflictiva región es terreno abonado para las actividades delictivas. KK Park es sólo una de las al menos 10 "fábricas" de fraude de la zona. Lo que ocurre tras sus muros a menudo permanece oculto. Las imágenes por satélite muestran que los primeros edificios de KK Park se construyeron en 2020. Desde entonces, la urbanización se ha multiplicado por cuatro.

Hemos visto filmaciones e imágenes exclusivas del interior del campo y hemos hablado con varias víctimas que fueron retenidas aquí.

Miles de personas, principalmente de Asia y África, viven y trabajan en KK Park. Soldados armados vigilan las entradas. Hay cámaras de vigilancia por todas partes. Antiguos reclusos nos han identificado las insignias de los uniformes de los guardias. Son las insignias de las tropas de la guardia fronteriza del ejército birmano, cuyos soldados, al parecer, permanecen en KK Park y lo vigilan.

Soldados de la guardia fronteriza de Myanmar.
Soldados de la guardia fronteriza de Myanmar.Imagen: Ko Nitar

Trabajo y tortura en el "parque chino del crimen" en Myanmar

Una vez encerrados en el "parque”, Aaron, Lucas y los demás recibieron instrucciones sobre cómo engañar a la gente en Internet. Los manuales explican detalladamente cómo generar confianza y explotar los puntos débiles de las víctimas. Por ejemplo: "Sé gracioso. Los clientes tienen que enamorarse tanto de ti que se olviden de todo". O simplemente: "Crea confianza".

Aaron y los demás tenían objetivos semanales: una determinada cantidad de dinero que debían recaudar o un número de nuevos clientes con los que debían ponerse en contacto. Si no cumplían los objetivos, eran penalizados. "Si no tenías un cliente nuevo a la hora de comer, te quedabas sin almuerzo. Si alguien veía que no habías contestado a un cliente, te golpeaban o tenías que estar horas de pie", dice Lucas. "Teníamos que trabajar 17 horas al día. Sin quejas, sin vacaciones, sin descansos".

Filmaciones e informes de antiguos reclusos confirman la tortura psicológica y física sistemática. Las víctimas son traídas aquí desde todo el mundo. Pero el campo está controlado por personas que hablan mandarín. Varias fuentes nos lo confirmaron unánimemente. Los guardias controlan el tiempo de pantalla e inspeccionan regularmente las habitaciones.

La "matanza de cerdos"

Los presos de KK Park tienen que persuadir a sus "clientes", como se les conoce internamente, para que inviertan dinero en criptomonedas. Las víctimas de la estafa creen que están invirtiendo sus ahorros en algo lucrativo, pero en lugar de eso su dinero fluye hacia una cuenta controlada por los estafadores. En cuanto se ha depositado suficiente dinero, la cuenta se vacía y el dinero desaparece. Esta forma de fraude en línea es llamada "matanza del cerdo". El estafador engorda a la víctima y luego la conduce al matadero.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito calcula que en el sudeste asiático se gana más dinero con el fraude en línea que con el tráfico de drogas. Sólo KK Park gana varios millones al mes. El equipo de investigación de DW pudo rastrear el dinero de una víctima del fraude. Tras varios rodeos, acabó en la cartera -como se llaman las cuentas digitales en el mundo de las criptomonedas- de un empresario chino. A partir de ahí, el rastro conduce a una red de tríadas, como se llama a algunas mafias chinas.

Wang Yi Cheng, como se conoce al empresario, era vicepresidente de una asociación comercial chino-tailandesa en el momento de las transferencias. Comparte edificio con un centro cultural chino que hace referencia a los "Hongmen", una sociedad secreta de la época imperial china. Hoy, muchas de estas asociaciones de Hongmen están estrechamente vinculadas a las tríadas. Su figura más destacada: Wan Kuok Koi, conocido como "Diente Roto". Wan es un famoso capo mafioso de Macao. Su nombre aparece en relación con las organizaciones dudosas.

Una de dos: escapar o ser revendido

La oportunidad de escapar de Lucas llega cuando los jefes de la mafia deciden venderlo. Después de que les retuvieran el sueldo varias veces, Lucas y los demás se negaron a seguir trabajando. Les dijeron que recogieran sus cosas. "Les oí decir que iban a vendernos a otra organización", recuerda. Lucas y sus compañeros reaccionaron rápidamente. Consiguieron ponerse en contacto con Judah Tana, conocido en la región fronteriza como facilitador de fugas. Así fue como Aaron y Lucas acabaron en la parte trasera de su jeep. La pesadilla terminó para ellos. Pudieron regresar a casa unas semanas después.

*Los nombres de las víctimas fueron cambiados

(jov/ers)