Paraísos vitivinícolas en Alemania
Otoño es tiempo de vino, momento ideal para que en las 13 regiones vitivinícolas de Alemania comience la cosecha, prensado y refinado de los mostos.
Rheinhessen
Con sus 26.000 hectáreas, esta es la región vitivinícola más grande de Alemania. Ya en el siglo IX había acá 88 zonas productoras. Por ello no es de extrañar que estemos en el lugar que cuenta con el viñedo más antiguo del país: el Niersteiner Glöck, que data del año 742. Una tradición de peso que se hace sentir: de los 136 municipios de la región, solo en 5 el vino no juega ningún rol.
Rheingau
El Rin es para el vino como un elixir. Seis zonas productoras hay a su alero, entre ellas el Rheingau, entre Hochheim y Lorch. La vendimia tardía fue creada acá y el monasterio Eberbach es un hito en la cultura vinícola. Sus fundadores fueron cistercienses de Borgoña, quienes llevaron consigo cepas que hicieron famosa a la región y al monasterio.
Rin Medio
En Bingen comienza el valle del Rin Medio. El lecho del río se estrecha y serepentea de forma espectacular entre las montañas. La viticultura da forma al paisaje y hasta las puertas de Bonn es posible ver los viñedos en empinadas terrazas a orillas del Rin. Con sus castillos y pueblos de aspecto medieval, el valle del Rin Medio forma parte del Patriomonio de la Humanidad de la Unesco desde 2002.
Palatinado
Es una región vinícola con superlativos: la mayor fiesta del vino y el tonel más grande del mundo son patrimonio de Bad Dürkheim. Y, además, la primera ruta del vino de Alemania, la "Deutsche Weinstraße", conecta 130 lugares relacionados con los mostos entre Bockenheim y Schweigen, en la frontera con Francia. Por si fuera poco, todos los años Neustadt elige a la reina alemana del vino.
Franconia
El envase cuenta: las botellas típicas llamadas Bocksbeutel son el sello distintivo del vino de Franconia. Muchos nuevos enólogos de la región han decidido dar un giro a la producción y han optado por ofrecer sus mostos en vinotecas modernas. Su credo: calidad por sobre cantidad. El vino se produce en Franconia desde hace más de 1.200 años, especialmente a orillas del Meno.
Mosela
Empinado y más empinado. El Calmont, en Bremm, es con sus 380 metros de altura y su pendiente de hasta 68 grados, el viñedo más empinado de Europa. El tren de cremallera es lo único que funciona con máquinas aquí: todo el resto del trabajo es manual. La región de cultivo a orillas del Mosela es la más antigua del país. Y todo gracias a los romanos: ellos importaron el vino hace 2.000 años.
Wurtemberg
Stuttgart y Heilbronn son los epicentros de una región donde el vino es casi la bebida nacional. El consumo per cápita es acá casi el doble que en el resto de la república. Típico de la zona es el Trollinger, un vino tinto. Además, ninguna otra ciudad produce tanto vino como Stuttgart, donde cada año se realiza una degustación en el "Stuttgarter Weindorf".
Ahr
La localidad de Mayschoss se encuentra rodeada de viñedos. El valle del Ahr, con sus 560 hectáreas, es una de las regiones vitivinícolas más pequeñas de Alemania. En las laderas empinadas a orillas del río se da con preferencia el vino tinto. Además, es posible recorrer desde Bad Bodendorf hasta Altenahr esta ruta del vino tinto. En el camino se ofrecen catas de vino. ¡Eso sí motiva!
Saale-Unstrut
A lo largo de los ríos Saale y Unstrut se extiende la región vitivinícola más septentrional de Alemania. En el límite natural para la producción de vino, se dan mostos secos y el rendimiento es bajo. Pero los productores han aprendido a arrebatar la mejor calidad a los vinos. Y la demanda es alta.
Sajonia
Tal como Saale-Unstrut, la región vinícola de Sajonia se encuentra en la antigua Alemania Democrática y tras la reunificación, en 1990, vive un renacimiento. Una especialidad son las cavas del castillo Wackerbarth, la segunda mayor productora de vinos espumosos de Alemania. Siempre a fines de agosto, más de 25 productores sajones ofrecen degustaciones y visitas a sus bodegas y viñedos.