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Elecciones y misiles

8 de diciembre de 2011

El presidente Vladimir Putin culpa a EE.UU. de promover protestas opositoras contra polémicas elecciones en Rusia. La retórica entre las potencias escala, y no sólo se trata de comicios, sino también de misiles.

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Putin (d) acusa a Clinton (d) de promover las protestas opositoras en Rusia.Imagen: dapd/DW

Rusia Unida, el partido de Vladimir Putin, perdió su mayoría de dos tercios, pero ganó las elecciones del pasado domingo (4.01.2011). Incluso ese “pobre” resultado ha sido falsificado por el Gobierno, aseguran observadores.

Desde entonces, miles de personas se han manifestado públicamente contra el presunto fraude electoral, en las calles de Moscú y otras ciudades rusas. Activistas como los del movimiento Solidarnost reportan detenciones masivas: en total, los cálculos suman más de mil opositores. Entretanto, el presidente ruso Vladimir Putin señala a quienes considera culpables del caos en su país: el Gobierno de EE.UU., especialmente la Secretaria de Estado Hillary Clinton.

“Observé muy bien la primera reacción de nuestros socios estadounidenses. Lo primero que hizo la Secretaria de Estado fue evaluar nuestros comicios; afirmó que no habían sido limpios ni justos. Y eso, antes de tener información alguna de la OSCE [Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa]. Con ello le dio la señal a algunos activistas en nuestro país”, declaró Putin este jueves (8.12.2011).

Preocupaciones “bien fundadas”

“Serias dudas” sobre el desarrollo de las elecciones para la Duma rusa manifestó Clinton el lunes –al margen de la Conferencia de Afganistán, en Bonn–, pidiendo la investigación de irregularidades denunciadas por los ciudadanos. En su discurso del día siguiente ante la OSCE –organismo que envió observadores a estos comicios–, la Secretaria de Estado de EE.UU., afirmó que esas votaciones no habían sido "ni libres ni justas".

Russland Wahlen 2011
Las protestas han sido prohibidas y reprimidas desde el primer día, reporta el corresponsal de Deutsche Welle en Moscú.Imagen: dapd

Clinton, de paso por Bruselas en su gira de una semana por Europa, no quiso responder en esta jornada directamente a las acusaciones de Putin. Pero sí calificó de “bien fundadas” las preocupaciones que expresara antes en nombre del Gobierno de EE.UU.

Putin ha asegurado que “si los ciudadanos actúan de acuerdo con la ley, tienen, por supuesto, el derecho a expresar su opinión”. Pero las protestas han sufrido prohibiciones en Moscú desde el primer día. Sólo para el sábado se aprobó la próxima manifestación cerca del Kremlin; con hasta 300 participantes, según fijaron las autoridades. En las redes sociales ya han confirmado su asistencia unos 30.000.

De los “motivos egoístas” de algunos manifestantes –los miembros de partidos de oposición- habló Putin este jueves; y aseguró que nadie desea en su país un caos como los vividos en Ucrania o Kirguistán. Como “personas que están realmente decepcionadas, desorientadas”, calificó a los manifestantes el primer ministro ruso Dmitri Medvédev, durante una visita a Praga. Por primera vez desde el domingo, Medvédev se pronunció por investigar las acusaciones y verificar los resultados electorales, reporta la agencia alemana dpa.

Elecciones y misiles

Mientras, un debate que atañe a más actores, especialmente a los europeos, siguió sin resolverse en el encuentro de ministros de Exteriores de la OTAN en que participaba Clinton en Bruselas. A un año del acuerdo para un sistema antimisiles conjunto entre la OTAN y Rusia, el proyecto amenaza con fracasar.

Rusia puso a funcionar un radar de alerta temprana en Kaliningrado y quiere instalar potentes misiles, si es que EE.UU. y la OTAN continúan levantando su escudo antimisiles en Europa. Moscú exige una garantía vinculante de que el escudo estadounidense no está orientado hacia Rusia. Los EE.UU. se niegan a firmar. Basta la garantía política de que el escudo “no afecta nuestro equilibrio estratégico con Rusia y ciertamente no es motivo de contramedidas militares”, insistió Clinton.

Alemania no parece temerle a ofrecer la garantía que pide Rusia; así que el ministro germano de Exteriores, Guido Westerwelle, apeló a ambas partes: “no habrá seguridad en Europa contra Rusia, sino sólo con Rusia”, dijo. Para la próxima cumbre de la OTAN en Chicago, tendrá que haber una solución. “Estamos dispuestos a negociar”, aseguró el ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov. Pero, si no se toman en serio las preocupaciones de su país, agregó, ”tomaremos la medidas adecuadas, cada vez que se amplíe el escudo”.

Autores: S. Laack (Moscú) / Ch. Prössl (Bruselas) / R. Muñoz (Bonn)

Editor: Pablo Kummetz