Putin, Chirac y Schroeder piden que G-8 ayude a África
3 de julio de 2005
El canciller alemán Gerhard Schröder, y sus homólogos de Rusia, Vladímir Putin, y Francia, Jacques Chirac se reunieron este domingo en el enclave ruso de Kaliningrado, a orillas del mar Báltico. El encuentro coincide con la conmemoración el 750 aniversario de la fundación de Kaliningrado, antigua ciudad alemana conocida con el nombre de Königsberg hasta la toma por parte de las tropas soviéticas en 1945.
Las conversaciones se centraron en primer lugar en las relaciones entre Rusia y la Unión Europea (UE), que según Schröder deben ser de "carácter estratégico", tras la adopción en mayo del esperado Tratado de Adhesión ruso que hace hincapié en la necesidad de cooperar con los Estados miembros en aspectos económicos y legales.
Asimismo, los líderes centrarán su atención en la próxima cumbre del G8 (los siete países más ricos: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido; y Rusia) que se lleva a cabo la próxima semana en Escocia.
Pensando en África
"Abogamos hace tiempo por mejorar la situación en África y proponemos una financiación adicional, con elementos nuevos", afirmó Chirac tras señalar que el problema de la pobreza será uno de los centrales en la cumbre del G-8, junto al Protocolo de Kyoto.
Schröder confirmó que el G-8 se propone "continuar el trabajo por condonar las deudas" de los países africanos más pobres. "En particular, planeamos hasta 2010 destinar a las ayudas a los países más necesitados de Africa un 0,5% del Producto Interior Bruto, y para 2015 elevar esa cuota al 0,7%", subrayó.
El pasado 11 de junio, los ministros de Finanzas del G-8 ya acordaron condonar la deuda de 18 estados pobres de África y Sudamérica.
Putin indicó que Rusia "desde luego respaldará las iniciativas de ayuda a los países más pobres", pues Moscú ya aceptó la propuesta de condonar las deudas a los países más pobres. Al tiempo, señaló que "la forma más eficaz de ayuda no pasa por la inyección de dinero, sino a través de los cambios de la política económica". En este contexto, el líder ruso instó a los países del G-8 a renunciar a los apoyos a su industria y a "abrir sus mercados".
Rusia albergará dicha cumbre en 2006. Numerosos congresistas estadounidenses han acusado a Moscú de dañar a la democracia y han pedido la salida de Rusia del grupo.