Sudáfrica: conservación ambiental con política fiscal
17 de noviembre de 2020Muy poca tierra en Sudáfrica es apta para la siembra de cultivos. La mayoría es demasiado seca, montañosa o rocosa para la labranza. Aún así, una vida silvestre única florece en todo el país, incluso en lugares aparentemente estériles como el Karoo, una vasta meseta semidesértica en el interior del país.
Con la disminución de las lluvias por el cambio climático y la falta crónica de fondos para la conservación de la naturaleza en el país, personas como Candice Stevens, están buscando alternativas para alentar a los agricultores del Karoo, así como de otros lugares, a administrar mejor sus tierras. Stevens colabora con una serie de socios como WWF Nedbank Green Trust, el proyecto GEF 5 BLU del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Instituto de Biodiversidad Nacional de Sudáfrica (SANBI, por sus siglas en inglés) y la ONG Birdlife South Africa.
Stevens dirige el Departamento de Finanzas y Políticas Innovadoras de la organización para la conservación Wilderness Foundation Africa y está tratando de convencer a los terratenientes de que dediquen sus tierras a la conservación. ¿El incentivo? Una reducción de impuestos del Gobierno sudafricano.
De este modo, Stevens y su equipo ya han podido convencer a numerosos agricultores para que se unan a la causa por una mayor protección de las especies y de la biodiversidad. Con este modelo fiscal ya han demostrado algún éxito de conservación.
Un videorreportaje de Henner Frankenfeld y Joachim Eggers