Un siglo de Gregory Peck

Cuando Gregory Peck se paró por primera vez frente a una cámara, en 1943, tenía 27 años de edad y diez de experiencia en el teatro. En su debut cinematográfico “Days of Glory”, del director Jacques Tourneur, pudo sacar provecho, por primera vez, de su magnífica apariencia.

Ya con su cuarta película, Peck se situó en la cima de las estrellas de Hollywood. “Spellbound”, el thriller del maestro Alfred Hitchcock, mostró otras facetas de actor que interpretó, junto a Ingrid Bergman, a un psiquiatra aquejado él mismo de problemas psiquiátricos.

Un par de años más tarde, Gregory Peck volvió a trabajar para Hitchcock. En “The Paradine Case” interpretó a un abogado que tiene que defender ante la corte a una mujer (Alida Valli) que esconde un secreto. También en este rol, Peck pudo mostrar tanto su elegante apariencia como sus aptitudes para una profunda interpretación.

En la primera fase de su carrera, Gregory Peck interpretó incontables arquetípicos héroes del Oeste estadounidense. En cintas como “Yellow Sky” (aquí con Anne Baxter) dio vida a uno de esos silenciosos, serenos e igualmente voluntariosos y carismáticos vaqueros.

Además de para melodramas y wésterns (o películas de vaqueros), los productores y directores apreciaban el talento de Gregory Peck para las cintas de aventuras. “Captain Horatio Hornblower”, el conquistador de los mares, de Raoul Walsh, uno de sus directores preferidos, fue uno de esos filmes de estrellas, en el que Peck supo brillar también en uniforme.

La década de 1950 fue la época dorada del melodrama hollywoodense, de enormes y costosas producciones con la atención centrada en la escenografía. No obstante, estrellas como Gregory Peck tampoco tenían de que quejarse: dramas como “Las nieves del Kilimanjaro”, que llevó al cine la obra de Hemingway, le permitieron lucirse como actor.

Con la edad, Peck se estableció también como un encantador actor de comedias. En la clásica “Roman Holiday” interpretó, junto a Audrey Hepburn, a una idílica pareja hollywoodense de la década de 1950.

En 1956, Gregory Peck dio vida a uno de sus personajes más conocidos en “Moby Dick”, del director John Houston. Su capitán Ahab salía a la caza de la legendaria ballena blanca, un rol que le permitió desarrollar ampliamente el lado oscuro de su personaje cinematográfico.

Cuando Gregory Peck asumió, a inicios de la década de 1960, el papel del abogado Atticus Finch, contaba ya con una gran carrera, en la que había interpretado todo tipo de roles en los más diversos géneros. En la filmación de la obra de Harper Lee, “To Kill a Mockingbird” (ganadora de un premio Pulitzer), Gregory Peck personificó, una vez más, al estadounidense cabal e íntegro.

En su último papel, en 1998, Gregory Peck participó también en la nueva versión del ya clásico “Moby Dick”. Esta vez, la cinta duraría tres horas y Peck no daría aliento al capitán Ahab, sino al pastor Mapple. Gregory Peck murió en Los Angeles, en 2003, a los 87 años. Autor: Jochen Kürten (rml/ers)