Una enfermedad causa estragos

El periódico francés Le Monde indica que en lo que se refiere al virus del SRAG, la primera necesidad es la transparencia en la comunicación: "Los médicos chinos deben tener la posibilidad de hablar libremente. Se les debe liberar de la mordaza política. El ejemplo del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, SIDA, demuestra que se debe proceder con determinación total en el caso de Pekín. Cientos de miles de personas murieron de SIDA en China y la opinión pública internacional no se entero más que de una pocas muertes aisladas."

Un Tiananmen en forma de virus

El diario Tages Anzeiger de Suiza también critica la política de información del gobierno chino y afirma que despierta la misma desconfianza que cuando la masacre de la plaza de Tiananmen: "Al partido le pareció mucho más importante la estabilidad que la salud de sus ciudadanos. El gobierno está preocupado por la imagen de China. Fue sólo hasta que se percató de que con su silencio promovía inestabilidad, cuando puso el freno de emergencia. Por su reaccionar tardío China se ha causado daños inmensos. Pekín se enfrenta ahora la misma desconfianza y enojo que en 1989 cuando la masacre de Tiananmen. La idea de que los políticos tienen un deber ante sus ciudadanos le parece extraña al sistema comunista gobernante. ¿A qué se debe que China informe la verdad? No es una respuesta a las demandas del pueblo chino, sino a la presión extranjera. La buena noticia que se desprende de esta crisis es que en el caso de Pekín la presión del extranjero tiene éxito."

Amargas consecuencias

El diario alemán Stuttgarter Nachrichten sigue de cerca el desarrollo de la neumonía pulmonar en China: "Ahora se informa lo que el mundo sospechaba. La peligrosa enfermedad del SRAG se ha expandido en China en una proporción mucho más peligrosa de lo que hasta el momento se quiso reconocer. Ya se han tomado las primeras consecuencias personales: el ministro de salud y el alcalde de Pekín tuvieron que renunciar. Aún así los responsables niegan haber manipulado la información. Ni siquiera se les ocurre reconocer o disculparse ante su propia población o los países vecinos por sus errores, mucho menos pedir apoyo. Un comportamiento que podría tener amargas consecuencias tanto económicas como políticas para China."

Menos peligrosa que la gripe

El periódico británico Daily Telegraph advierte sobre reacciones exageradas a un virus que es menos peligroso que el de la gripe: "Es importante ver el SRAG en las dimensiones correctas. Por cada chino que ha muerto por la enfermedad, siguen viviendo 10 millones. En Gran Bretaña sólo se han diagnosticado 6 casos, ninguno de ellos mortal. No hay que dejar que cunda el pánico, como sucedió con la enfermedad de la encefalopatia bovina espongiforme; cuando científicos y periodistas predijeron millones de muertes. SRAG es una enfermedad espantosa, potencialmente mortal y sorprendentemente resistente, pero en realidad resulta mucho menos peligrosa que la gripa, por ejemplo."