En el mundo occidental tenemos un estilo de vida muy sedentario. Entre la oficina, la computadora o el televisor, pasamos horas sentados. Nos movemos poco y adoptamos malas posturas, y eso es lo peor que podemos hacerle a nuestra espalda. Las posturas rígidas son muy perjudiciales. Pero existen muchos ejercicios que pueden ayudarnos.