"Disyuntiva entre Política Exterior y Política de Derechos Humanos"
21 de junio de 2011Werner Hoyer es uno de los consejeros más importantes del Ministro de Asuntos Exteriores Guido Westerwelle. En una entrevista con la Deutsche Welle, comenta la posición alemana respecto a los Derechos Humanos.
El político de 59 años del partido liberal FDP es el invitado de la Deutsche Welle en el Global Media Forum, que se celebra en Bonn del 20 al 22 de Junio. La conferencia se centra en el papel de los medios para la aplicación de los Derechos Humanos en un mundo globalizado.
DW: En caso de conflicto en Libia, el Gobierno alemán se muestra discreto, y no forma parte de la misión militar de la OTAN en el país. Esto ha causado mucha controversia. ¿Cómo se lo toma usted? Desde el punto de vista actual, ¿fue una decisión acertada?
Hoyer: El Gobierno federal reflexionó mucho sobre este tema. Tanto la Canciller como el Ministro de Defensa y el Ministro de Exteriores estaban de acuerdo en que esta misión no había recibido suficiente deliberación, y por eso hemos llegado a la conclusión de que la decisión fue correcta. Pero eso no significa que seamos neutrales, o que nos dé igual lo que pase allí.
DW: No obstante, muchos críticos dicen que Alemania se ha aislado internacionalmente, y que su misión por la implementación de los Derechos Humanos ha resultado menoscabada. ¿Qué opina el Ministerio de Política Exterior sobre esto?
Hoyer: Creo que esta acusación es absolutamente falsa. Creo que no necesitamos lecciones sobre Derechos Humanos, que en este campo tenemos un balance limpio – incluyendo lo que pase en Libia. La historia de las relaciones entre Europa y Libia no empezó en enero de este año, sino hace ya mucho tiempo.
La eterna disyuntiva
DW: Suele ser un problema frecuente en la política de Derechos Humanos que en casos de conflicto se debe dar una disyuntiva entre Política Exterior y Derechos Humanos. ¿Cómo se actúa en casos como el de China, donde el artista Ai Wei Wei ha sido detenido? ¿Qué hace el Ministerio de Política Exterior al respecto?
Hoyer: El caso de Ai Wei Wei es muy complicado, porque ya se ha intentado implementar una política de Derechos Humanos de Occidente. Por ello, se debe permanecer en actitud consecuente, seguir atentos al desarrollo del caso y no desanimarse. En cualquier caso tiene usted razón: siempre existe una disyuntiva entre una política de Derechos Humanos tan clara y demostrativa como sea posible, y una política de Derechos Humanos interesada en resultados concretos en cada caso particular.
DW: En otras palabras, más diplomática.
Hoyer: Sí, naturalmente. Queremos conseguir resultados en casos concretos, y no alimentar nuestra propia “sensación de bienestar”. Puede que uno se sienta mejor cuando expresa su posición claramente. Pero existe mucha gente necesitada a quien no le llega ayuda. Se trata siempre de un equilibrio en cada decisión.
Dando ejemplo
DW: En los tiempos de la Globalización, la política de Derechos Humanos internacional está ganando importancia. ¿Cómo considera en ello el papel de la Unión Europea? ¿Existe una estrategia clara de la UE?
Hoyer: Sí la hay. Hemos conseguido establecer el tema de los Derechos Humanos, así como la Carta de Derechos Fundamentales, de forma especialmente importante en la Unión Europea, creando así una función de modelo a seguir. Esto también significa que en la cuestión de los Derechos Humanos y los Derechos Fundamentales las personas deben experimentar lo que se expresa en esos documentos. Por eso es importante que tanto la Unión Europea como sus Estados miembros den una imagen de credibilidad al resto del mundo en lo referente a los Derechos Humanos.
Evitando el segundo plano
DW: Señor Hoyer, durante tres días se discute en el Global Media Forum sobre Derechos Humanos, globalización y medios. ¿Qué mensaje espera que se extraiga de esta conferencia?
Hoyer: Creo que la cuestión de los Derechos Humanos es ahora mismo especialmente actual, puesto que debido a la velocidad del proceso de globalización existe el peligro de que los Derechos Humanos pasen a un segundo plano. Y precisamente porque, al contrario que en los últimos siglos, en los que las democracias constitucionales tuvieron mucho éxito, también en el campo económico, ahora nos encontramos con un número de pilares económicos y políticos en el mundo que registran una buena situación financiera, y que tienen un importante papel en la globalización, pero que desde el punto de vista de las libertades y los Derechos Humanos muestran un desarrollo inquietante. Por eso es importante que no dejemos de plantear la cuestión de los Derechos Humanos en los sistemas autoritarios económicamente fuertes.
La tarjeta de visita de Alemania
DW: ¿Cómo calificaría usted el papel de la Deutsche Welle, que se considera a sí misma como la voz de los Derechos Humanos?
Hoyer: Eso son palabras muy grandes, y espero que la Deutsche Welle haga honor a lo que anuncia. Lo que sí puedo decir es que la Deutsche Welle es la tarjeta de visita mediática de la República Federal Alemana, y funciona como instrumento de la Política Exterior alemana siempre dentro del reconocimiento y el respeto de la independencia de sus periodistas. Es asimismo la misión de la Deutsche Welle el exportar la expresión de la orientación social de la política y la sociedad de Alemania. En ello, considero que la Deutsche Welle realiza una labor excelente.
Autor: Ralf Bosen / lab
Editor: José Ospina-Valencia